L D (EFE) Se trata, si se confirma, de una victoria histórica pues es la primera vez que un partido logra superar la barrera de dos tercios de los escaños que le asegura una mayoría suficiente en el Parlamento regional para cambiar la Constitución bávara y gobernar prácticamente sin control parlamentario.
El Partido Socialdemócrata de Schroeder ha caído aún más de lo temido, ya que no llega ni al 20 por ciento de los votos, quedándose en el 18,5; los Verdes logran un 7,5 y los Liberales un 2,5, según estos pronósticos. Stoiber, que hace casi exactamente un año perdió las elecciones generales frente al actual canciller federal alemán hizo su campaña con el argumento de que todo voto por la CSU es un voto contra el Gobierno federal.
El secretario general de la CSU, Thomas Goppel, atribuyó la contundente victoria de su partido tanto al trabajo de Stoiber al frente del Gobierno regional como al deseo de los electores de darle un voto de castigo a Schroeder. "En primer lugar, se trata de un reconocimiento del trabajo de los últimos cinco años en Baviera, pero también es una reacción de los electores al caos del Gobierno federal en Berlín", manifestó Goppel. Además, aseguró que la CSU, ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU), tendrá a partir de ahora un peso mayor en la política federal.
El candidato del SPD en Baviera, Franz Maget, por su parte, dijo que se trataba de un momento que no podía ser más difícil para su partido y admitió que no había podido evitar que la derrota, al menos, tuviera dimensiones menos graves. "Hemos luchado para evitar, al menos, la dimensión que ha tenido la derrota pero no lo hemos logrado", dijo Maget, quien siempre admitió que su partido no tenía posibilidades de inquietar a la CSU. Maget lamentó, en referencia a la baja popularidad de que goza actualmente el SPD por las medidas del Gobierno de Schroeder, las "condiciones exteriores desfavorables" con que había tenido que librar la campaña".
El Partido Socialdemócrata de Schroeder ha caído aún más de lo temido, ya que no llega ni al 20 por ciento de los votos, quedándose en el 18,5; los Verdes logran un 7,5 y los Liberales un 2,5, según estos pronósticos. Stoiber, que hace casi exactamente un año perdió las elecciones generales frente al actual canciller federal alemán hizo su campaña con el argumento de que todo voto por la CSU es un voto contra el Gobierno federal.
El secretario general de la CSU, Thomas Goppel, atribuyó la contundente victoria de su partido tanto al trabajo de Stoiber al frente del Gobierno regional como al deseo de los electores de darle un voto de castigo a Schroeder. "En primer lugar, se trata de un reconocimiento del trabajo de los últimos cinco años en Baviera, pero también es una reacción de los electores al caos del Gobierno federal en Berlín", manifestó Goppel. Además, aseguró que la CSU, ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU), tendrá a partir de ahora un peso mayor en la política federal.
El candidato del SPD en Baviera, Franz Maget, por su parte, dijo que se trataba de un momento que no podía ser más difícil para su partido y admitió que no había podido evitar que la derrota, al menos, tuviera dimensiones menos graves. "Hemos luchado para evitar, al menos, la dimensión que ha tenido la derrota pero no lo hemos logrado", dijo Maget, quien siempre admitió que su partido no tenía posibilidades de inquietar a la CSU. Maget lamentó, en referencia a la baja popularidad de que goza actualmente el SPD por las medidas del Gobierno de Schroeder, las "condiciones exteriores desfavorables" con que había tenido que librar la campaña".