L D (EFE) Rojo visitó a King en la cárcel, se ofreció a defenderlo de manera gratuita y le hizo una entrevista periodística que el preso aseguró después que no autorizó a divulgar, un encuentro que mantuvo el letrado gracias a un pase del colegio malagueño, al que presentó un volante del colegio de Madrid, al que pertenece.
El decano de la institución colegial, Nielson Sánchez-Stewart, aseguró este viernes en conferencia de prensa que "si se comprueban las irregularidades que hayan podido producirse por falsedad ideológica de la documentación presentada para la obtención del volante o su utilización torticera, el Colegio actuará con todo rigor en la depuración de responsabilidades en que se haya podido incurrir". Manifestó que se ha producido una "corrupción del sistema" porque "quien aparece como abogado, no lo es" y que sólo "lo es aparentemente porque lamentablemente en España para ser abogado sólo se necesita ser licenciado en Derecho e incorporarse a un colegio".
En este sentido, precisó que Rojo "ha reconocido que no es abogado, simplemente está colegiado", que "para ser abogado es necesario ejercer" y que él "no ha ejercido nunca". Añadió que esto pasó por "una situación que la Abogacía viene denunciando hace muchos años, inédita en nuestro entorno, no existe ningún otro país en el mundo, creo que ni siquiera India, donde se carezcan de requisitos específicos para ser abogado, eso permite esta situación". Por ello, cree que si para ser abogado hubiera exámenes "no se podría producir esta situación".
Un volante con información falsa
El decano indicó que tienen la "sospecha" de que se pudo engañar al Colegio, ya que "en el volante "existe una presunta irregularidad porque se expresa que (Rojo) había sido llamado por el interno, cuando en realidad, aparentemente, no había sido llamado". Señaló que puede que haya problema con la necesidad de preservar el secreto profesional en este caso "porque para vulnerarlo es necesario ser profesional" y recordó que Rojo mantiene que se presentó ante su presunto defendido como periodista, aunque está "la presunción de que si entró como abogado, se supone que es abogado".
También precisó que se prevén sanciones disciplinarias, que van desde una amonestación por escrito o una reprensión privada hasta la expulsión del colegio y que si se publicara la entrevista, la sanción podría ser mayor. Considera que en esta "situación inédita" existe "una incompatibilidad flagrante entre ser abogado y periodista porque el enfoque ante las noticias es exactamente contrario, ya que el abogado las recibe y debe guardar secreto mientras los periodistas las buscan y debe difundirlas".
El decano dijo que desconoce si el Colegio de Abogados de Madrid sabía que Rojo era también periodista. Resaltó que el Colegio de Málaga es "competente para depurar responsabilidades en el ámbito profesional a pesar de que el abogado no está colegiado aquí, ya que la competencia para aplicar cualquier sanción disciplinaria o tramitar un expediente se residencia en el colegio donde se comete la presunta infracción".
El decano de la institución colegial, Nielson Sánchez-Stewart, aseguró este viernes en conferencia de prensa que "si se comprueban las irregularidades que hayan podido producirse por falsedad ideológica de la documentación presentada para la obtención del volante o su utilización torticera, el Colegio actuará con todo rigor en la depuración de responsabilidades en que se haya podido incurrir". Manifestó que se ha producido una "corrupción del sistema" porque "quien aparece como abogado, no lo es" y que sólo "lo es aparentemente porque lamentablemente en España para ser abogado sólo se necesita ser licenciado en Derecho e incorporarse a un colegio".
En este sentido, precisó que Rojo "ha reconocido que no es abogado, simplemente está colegiado", que "para ser abogado es necesario ejercer" y que él "no ha ejercido nunca". Añadió que esto pasó por "una situación que la Abogacía viene denunciando hace muchos años, inédita en nuestro entorno, no existe ningún otro país en el mundo, creo que ni siquiera India, donde se carezcan de requisitos específicos para ser abogado, eso permite esta situación". Por ello, cree que si para ser abogado hubiera exámenes "no se podría producir esta situación".
Un volante con información falsa
El decano indicó que tienen la "sospecha" de que se pudo engañar al Colegio, ya que "en el volante "existe una presunta irregularidad porque se expresa que (Rojo) había sido llamado por el interno, cuando en realidad, aparentemente, no había sido llamado". Señaló que puede que haya problema con la necesidad de preservar el secreto profesional en este caso "porque para vulnerarlo es necesario ser profesional" y recordó que Rojo mantiene que se presentó ante su presunto defendido como periodista, aunque está "la presunción de que si entró como abogado, se supone que es abogado".
También precisó que se prevén sanciones disciplinarias, que van desde una amonestación por escrito o una reprensión privada hasta la expulsión del colegio y que si se publicara la entrevista, la sanción podría ser mayor. Considera que en esta "situación inédita" existe "una incompatibilidad flagrante entre ser abogado y periodista porque el enfoque ante las noticias es exactamente contrario, ya que el abogado las recibe y debe guardar secreto mientras los periodistas las buscan y debe difundirlas".
El decano dijo que desconoce si el Colegio de Abogados de Madrid sabía que Rojo era también periodista. Resaltó que el Colegio de Málaga es "competente para depurar responsabilidades en el ámbito profesional a pesar de que el abogado no está colegiado aquí, ya que la competencia para aplicar cualquier sanción disciplinaria o tramitar un expediente se residencia en el colegio donde se comete la presunta infracción".