L D (EFE) El Tribunal de Cuentas informó este lunes de las conclusiones del informe de fiscalización de las fuerzas políticas de hace dos años, aprobado el pasado 30 de septiembre, y en el que se reiteran las recomendaciones de años anteriores. La financiación pública recibida en el ejercicio 2001 por los partidos para gastos ordinarios alcanzó la cifra de 149,6 millones de euros, a los que se añaden los 16,1 millones de euros correspondientes a las subvenciones electorales. El Tribunal de Cuentas denuncia, de forma especial, en su último informe la existencia de una financiación irregular masiva a través de las subvenciones que dan a los partidos las Corporaciones Locales. Según el documento, los Ayuntamientos, Diputaciones y Cabildos de más de 20.000 habitantes abonaron en 2001 a los partidos un total de 36.704.505,58 euros, cuando la financiación pública total para funcionamiento ordinario otorgada a los partidos políticos fue de 149,6 millones de euros.
El Tribunal detalla alguna de las cantidades que reciben las formaciones, llamando la atención la desproporción entre ellas. Mientras que en San Sebastián el dinero destinado a los partidos es de 150.000 euros, en Irún la dotación es de 197.000, y en Mondragón de 175.000 euros. Las aportaciones privadas han respetado, según el Tribunal de Cuentas, con carácter general las previsiones de la ley de 1987. La falta de incorporación de la actividad de la organización local y de los grupos políticos en las corporaciones locales por parte de la práctica totalidad de los partidos sigue siendo la principal queja del Tribunal de Cuentas. Ya en el año 2000, más de una cuarta parte de las subvenciones públicas para el funcionamiento ordinario de los partidos políticos no pudo ser controlada por el tribunal, al haber sido obtenida por esa vía. Las formaciones políticas no declaran estas partidas en su contabilidad, ya que no están previstas en la ley de financiación de los partidos políticos de 1987, lo que las deja fuera del control efectivo del Tribunal de Cuentas.
En cuanto a la falta de colaboración de las entidades de crédito, en el ejercicio de 2000 fueron 26 de ellas las que no atendieron alguna de las peticiones formuladas por los partidos políticos a instancias del órgano fiscalizador, lo que impidió confirmar operaciones de endeudamiento por valor de 16,4 millones de euros.
Ingentes donativos anónimos para CiU
El informe del Tribunal de Cuentas recoge que Convergencia i Unió recaudó mediante "donativos anónimos" 3,41 millones de euros en 2001, una cifra que supera el total de lo recibido mediante esta fórmula por el resto de las formaciones políticas españolas. De los dos partidos de la coalición nacionalista catalana, el de Jordi Pujol es el que ha visto un mayor incremento de sus ingresos en este concepto, según ha publicado El Mundo . Convergencia Democrática de Cataluña recibió en 2001 mediante la compra anónima de bonos de 30,05 y 150,25 euros en una entidad bancaria un total de 1,73 millones de euros, el doble que el año anterior. Unió Democrática de Catalunya recaudó mediante esta técnica 1,68 millones de euros, una cifra similar a la que obtuvo en 2000.
El dato de CiU es muy superior a lo obtenido por los dos grandes partidos de ámbito nacional y el PNV, que supera al PSOE. El PP, formación con mayor implantación en toda España, recaudó 1,81 millones de euros, una cifra algo menor que la correspondiente a este capítulo en 2000. En el caso del PSOE, que recibió de esta manera 640.000 euros, llama la atención que dos tercios de este tipo de ingresos corresponden al PSC de Pasqual Maragall.
Las explicaciones de Jordi Sevilla
El secretario de Política económica del PSOE, Jordi Sevilla, ha justificado el hecho de que su partido sea el más endeudado, según los datos del informe del Tribunal de Cuentas. "No es porque seamos especialmente manirrotos, es porque somos el partido que menos donativos anónimos recibe", adujo Sevilla. Por cierto, que el propio responsable de Economía de los socialistas reconoció que "cuando estos donativos vienen de bufetes o empresas" es razonable pensar que existe una contrapartida. Ante las preguntas en Telemadrid sobre el "ocultismo" de los partidos a la hora de hablar de su financiación, Jordi Sevilla trasladó esta cuestión al ámbito familiar: "Tampoco vamos por ahí contándole a todo el mundo cuál es nuestro estado de cuentas y con qué banco tenemos una deuda". Por su parte, el portavoz del Grupo socialista, Jesús Caldera, ha evitado valorar el informe, pese a la insistencia de los periodistas: "No he visto la información y no puedo pronunciarme sobre ello".
El Tribunal detalla alguna de las cantidades que reciben las formaciones, llamando la atención la desproporción entre ellas. Mientras que en San Sebastián el dinero destinado a los partidos es de 150.000 euros, en Irún la dotación es de 197.000, y en Mondragón de 175.000 euros. Las aportaciones privadas han respetado, según el Tribunal de Cuentas, con carácter general las previsiones de la ley de 1987. La falta de incorporación de la actividad de la organización local y de los grupos políticos en las corporaciones locales por parte de la práctica totalidad de los partidos sigue siendo la principal queja del Tribunal de Cuentas. Ya en el año 2000, más de una cuarta parte de las subvenciones públicas para el funcionamiento ordinario de los partidos políticos no pudo ser controlada por el tribunal, al haber sido obtenida por esa vía. Las formaciones políticas no declaran estas partidas en su contabilidad, ya que no están previstas en la ley de financiación de los partidos políticos de 1987, lo que las deja fuera del control efectivo del Tribunal de Cuentas.
En cuanto a la falta de colaboración de las entidades de crédito, en el ejercicio de 2000 fueron 26 de ellas las que no atendieron alguna de las peticiones formuladas por los partidos políticos a instancias del órgano fiscalizador, lo que impidió confirmar operaciones de endeudamiento por valor de 16,4 millones de euros.
Ingentes donativos anónimos para CiU
El informe del Tribunal de Cuentas recoge que Convergencia i Unió recaudó mediante "donativos anónimos" 3,41 millones de euros en 2001, una cifra que supera el total de lo recibido mediante esta fórmula por el resto de las formaciones políticas españolas. De los dos partidos de la coalición nacionalista catalana, el de Jordi Pujol es el que ha visto un mayor incremento de sus ingresos en este concepto, según ha publicado El Mundo . Convergencia Democrática de Cataluña recibió en 2001 mediante la compra anónima de bonos de 30,05 y 150,25 euros en una entidad bancaria un total de 1,73 millones de euros, el doble que el año anterior. Unió Democrática de Catalunya recaudó mediante esta técnica 1,68 millones de euros, una cifra similar a la que obtuvo en 2000.
El dato de CiU es muy superior a lo obtenido por los dos grandes partidos de ámbito nacional y el PNV, que supera al PSOE. El PP, formación con mayor implantación en toda España, recaudó 1,81 millones de euros, una cifra algo menor que la correspondiente a este capítulo en 2000. En el caso del PSOE, que recibió de esta manera 640.000 euros, llama la atención que dos tercios de este tipo de ingresos corresponden al PSC de Pasqual Maragall.
Las explicaciones de Jordi Sevilla
El secretario de Política económica del PSOE, Jordi Sevilla, ha justificado el hecho de que su partido sea el más endeudado, según los datos del informe del Tribunal de Cuentas. "No es porque seamos especialmente manirrotos, es porque somos el partido que menos donativos anónimos recibe", adujo Sevilla. Por cierto, que el propio responsable de Economía de los socialistas reconoció que "cuando estos donativos vienen de bufetes o empresas" es razonable pensar que existe una contrapartida. Ante las preguntas en Telemadrid sobre el "ocultismo" de los partidos a la hora de hablar de su financiación, Jordi Sevilla trasladó esta cuestión al ámbito familiar: "Tampoco vamos por ahí contándole a todo el mundo cuál es nuestro estado de cuentas y con qué banco tenemos una deuda". Por su parte, el portavoz del Grupo socialista, Jesús Caldera, ha evitado valorar el informe, pese a la insistencia de los periodistas: "No he visto la información y no puedo pronunciarme sobre ello".