El juego interior de los azulgrana fue lo único a lo que se agarró el equipo de Pesic en los primeros minutos, faceta en la destacaron Gregor Fucka y Patrick Femerling, especialmente el ítalo-esloveno, que firmó dos buenos cuartos y fue el máximo anotador final de su equipo con 17 puntos. Sin embargo, la potencia en la pintura de poco valió cuando apareció el base local Dragan Lukovski y se encargó de dar juego a Laurent Foirest, quien estuvo muy bien en el lanzamiento exterior y martilleó a los catalanes desde la línea de 6,25 metros (6 triples en total). Los azulgranas se mantuvieron poco inspirados en los lanzamientos exteriores y lo confiaron todo al juego interior, donde demostraron su superioridad a pesar de la baja de Roberto Dueñas.
Sólo Florent Pietrus pudo en algún momento con los gigantes barcelonistas, quienes tuvieron que emplearse a fondo (19-13) porque el partido se les iba de las manos a las primeras de cambio. Cuando en el segundo cuarto Fred Sarre, el técnico local, dio un respiro a Lukovski, un magnífico director de juego que además anota, el Barcelona aprovechó para lograr ocho puntos consecutivamente (30-31). Además apareció tímidamente Dejan Bodiroga y el serbio sumó seis de sus ocho puntos hasta entonces en los últimos minutos antes del descanso (37-42). Las tres faltas personales de Fucka y Femerling permitieron a Anderson Varejao tener sus minutos de gloria.
Crónica del Pamesa Valencia 87 - Alba Berlín 72
El Pamesa Valencia suma su tercera victoria en la Euroliga tras derrotar, con una buena mezcla de calidad y trabajo, al Alba de Berlín, un equipo rocoso pero que aún no ha visto recompensado su trabajo con una victoria. Como ya es habitual, el francés Antoine Rigaudeau ha llevado las riendas de su equipo en los momentos más delicados, pero la victoria del Pamesa ha estado cimentada en una gran labor del equipo tanto en defensa como en ataque.
El equipo de Paco Olmos no ha perdido el tiempo. Estuvo metido en el partido desde la primera jugada y la defensa del equipo alemán se vio incapaz de frenar la perfecta coreografía en la que el equipo valenciano convirtió su ataque. El argentino Fabricio Oberto fue el certero destinatario de la inteligencia y generosidad de Antoine Rigaudeau y Dejan Tomasevic. Los diez puntos que sumó de manera casi consecutiva dieron al Pamesa una cómoda ventaja sobre la que trabajar (28-20, m.10). Pero basta con ver los resultados del equipo alemán en sus dos últimas participaciones en la Euroliga para advertir que por más derrotas que acumule, pocas veces da facilidades.
La defensa del Pamesa le hacía sufrir cada vez que tenía que atacar, pero el Alba conseguía sumar. Unas veces era un triple, otra una canasta fácil tras robar el balón, algún tiro libre... Llegó incluso a empatar el marcador (37-37, m.17) y obligó al equipo de Olmos a no descuidarse en ningún momento. No perdió un ápice de intensidad del encuentro a pesar del parón del descanso. El equipo valenciano se mantuvo firme en defensa y también en ataque, pero las facilidades que daba la defensa germana eran cada vez menos. Aun así, aprovechó el impulso que le dio la salida a pista de José Antonio Paraíso (55-48, m.26)
El Alba seguía a lo suyo. Ni si quiera notó el obligado descanso que por su cuarta falta tuvo que afrontar el base estadounidense De Juan Collins. Mithat Demirel y Vladimir Perasovic asumieron el mando del equipo. Pero cuando llegó el momento de la verdad, el final del tercer cuarto y el principio del último, el Pamesa no falló. La frialdad de Rigaudeau y la brillante tensión del resto de sus compañeros formaron un combinado que el Alba no pudo digerir. Como ya es habitual, el escolta francés asumió la responsabilidad cuando su equipo más lo necesitaba, pero la victoria no fue sólo suya, el conjunto valenciano completó un buen trabajo defensivo y supo repartir la anotación entre sus jugadores. Eso sí, con Le Roi todo es más fácil.
Crónica del Montepaschi de Siena 80 - Unicaja 71
El Unicaja ha sumado una nueva derrota en competición europea en la pista del Montepaschi de Siena italiano, que superaba a los malagueños de principio a fin tanto en defensa como en ataque guiado por el base estadounidense David Vanterpool y por el internacional transalpino Roberto Chiacig. La formación española chocó contra la defensa diseñada por el técnico local, Carlo Recalcati, cuya zona rebajó la capacidad ofensiva del Unicaja, estrellado una y otra sobre el entramado de sus anfitriones.
Recalcati demostró un profundo conocimiento del juego malagueño y asfixió a jugadores tan importantes como el base estadounidense Louis Bullock y el alero francés Stephane Risacher. El primer cuarto, a pesar de arrancar igualado, terminó con un ligero distanciamiento que, sin embargo, ya hacía presagiar las complicaciones que esperaban al Unicaja en el pabellón Mens Sana (19-14). La situación, de hecho, empeoró minuto a minuto mientras los italianos aumentaban su ventaja en el marcador ayudados, en gran parte, por los propios errores del Unicaja. El técnico malaguista, el también italiano, Sergio Scariolo, movió el banco sin descanso en busca de un quinteto equilibrado que nunca apareció.
Su homólogo del Siena, sin embargo, también acertó con una cadena de rotaciones que le permitió afianzar el dominio sobre el juego con un ritmo prácticamente constante (46-34, m.20). Nada cambió a la vuelta del descanso. El Unicaja siguió desperdiciando las escasas ocasiones en las que cobró vida en el marcador (48-40, m.22) en tanto que el Siena, en cuanto sentía el aliento de los españoles, recurría de nuevo a Vanterpool para que, con su dirección y la ayuda de Mikhalis Kakiouzis, las cosas continuasen igual.
El último cuarto consistió en un puro trámite tras el 63-48 que selló el tercer periodo. Los italianos todavía tuvieron tiempo para fijar una máxima renta de veintidós puntos (73-71, m.34) que, a pesar de los seis minutos restantes, dio paso a una fase de relajación que el Unicaja aprovechó para suavizar el resultado.