L D (EFE) La Reunión de Alto Nivel (RAN) hispano-marroquí que comienza este lunes en Marraquech, tiene la agenda apretada. El encuentro interministerial no se celebraba desde 1999 y sobre la mesa hay distintos problemas como la inmigración ilegal y la situación de las empresas españolas en Marruecos.
Paralelamente al encuentro de Aznar con el primer ministro marroquí, Dris Yetú, se celebrarán las reuniones sectoriales en las que, por parte española, participarán los ministros de Asuntos Exteriores, Ana Palacio; Educación, Pilar del Castillo; Economía, Rodrigo Rato; Justicia, José María Michavila: Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete; Interior, Ángel Acebes; Fomento, Francisco Álvarez Cascos; y Trabajo, Eduardo Zaplana. La primera jornada de la cumbre finalizará este lunes con una cena ofrecida en honor de la delegación española por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que los jefes de gobierno de los dos países pronunciarán sendos discursos. El martes, la sexta cumbre hispano-marroquí se clausurará con la reunión plenaria de las dos delegaciones, la firma de acuerdos, y la declaración final.
A continuación, José María Aznar será recibido en audiencia en el palacio real de Marraquech por el rey Mohamed VI y, tras la audiencia real, el presidente del gobierno español ofrecerá una conferencia de prensa con el primer ministro marroquí para hacer un balance de la cumbre. En unas declaraciones a la agencia oficial marroquí MAP (Maghreb Arabe Presse) con motivo de la cumbre, Aznar reconoció que ha habido "dificultades políticas" entre los dos países y destacó "la necesidad de que predominé la voluntad de superarla y de que españoles y marroquíes se miren con más confianza". Según el presidente del Gobierno, "tenemos los instrumentos políticos y económicos de esta relación bilateral y para mí no hay ningún terreno excluido en esta voluntad de avanzar con Marruecos".
En el terreno económico, Aznar destacó que más de 500 empresas españolas instaladas en Marruecos contribuyen al desarrollo de los intercambios y de las inversiones. Recordó que España es el segundo suministrador de Marruecos, con el 16,6 por ciento de sus exportaciones y su segundo cliente con el 12,4 por ciento de sus importaciones en 2002, y que los intercambios comerciales entre los dos países aumentaron este año del 12 por ciento con respecto al 2001. El valor de las exportaciones españoles a Marruecos se elevó en 2002 a 1.684 millones de euros, frente a unas importaciones de productos marroquíes por valor de 1.377 millones de euros. De enero a agosto de 2003, las exportaciones españolas fueron de 1.227 millones de euros y las importaciones de 1.027 millones de euros.
Respecto a la lucha contra el terrorismo, Aznar dijo que España comparte "la misma visión y las mismas preocupaciones que Marruecos" y expresó la disposición de España "a cooperar más y más estrechamente con Marruecos en la lucha contra este fenómeno".
En relación a la inmigración ilegal, el presidente del gobierno español recalcó que es "un problema global" que requiere "una mejor cooperación económica y social" y una "lucha conjunta". Según Aznar, "la inmigración clandestina no es buena para Marruecos ni para España. Las obligaciones de las dos partes deben ser asumidas de forma conjunta".
La prensa marroquí de este lunes dedica grandes espacios a la cumbre y, en general, coincide en señalar que será una buena ocasión para superar algunos de los problemas que han enturbiado las relaciones bilaterales durante los últimos años. Sin embargo, el diario "Aujourd'hui le Maroc" se muestra especialmente crítico con el presidente del gobierno español, al que dedica la fotografía de portada con el siguiente titular: "Aznar, el hombre que odia a Marruecos".
Paralelamente al encuentro de Aznar con el primer ministro marroquí, Dris Yetú, se celebrarán las reuniones sectoriales en las que, por parte española, participarán los ministros de Asuntos Exteriores, Ana Palacio; Educación, Pilar del Castillo; Economía, Rodrigo Rato; Justicia, José María Michavila: Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete; Interior, Ángel Acebes; Fomento, Francisco Álvarez Cascos; y Trabajo, Eduardo Zaplana. La primera jornada de la cumbre finalizará este lunes con una cena ofrecida en honor de la delegación española por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que los jefes de gobierno de los dos países pronunciarán sendos discursos. El martes, la sexta cumbre hispano-marroquí se clausurará con la reunión plenaria de las dos delegaciones, la firma de acuerdos, y la declaración final.
A continuación, José María Aznar será recibido en audiencia en el palacio real de Marraquech por el rey Mohamed VI y, tras la audiencia real, el presidente del gobierno español ofrecerá una conferencia de prensa con el primer ministro marroquí para hacer un balance de la cumbre. En unas declaraciones a la agencia oficial marroquí MAP (Maghreb Arabe Presse) con motivo de la cumbre, Aznar reconoció que ha habido "dificultades políticas" entre los dos países y destacó "la necesidad de que predominé la voluntad de superarla y de que españoles y marroquíes se miren con más confianza". Según el presidente del Gobierno, "tenemos los instrumentos políticos y económicos de esta relación bilateral y para mí no hay ningún terreno excluido en esta voluntad de avanzar con Marruecos".
En el terreno económico, Aznar destacó que más de 500 empresas españolas instaladas en Marruecos contribuyen al desarrollo de los intercambios y de las inversiones. Recordó que España es el segundo suministrador de Marruecos, con el 16,6 por ciento de sus exportaciones y su segundo cliente con el 12,4 por ciento de sus importaciones en 2002, y que los intercambios comerciales entre los dos países aumentaron este año del 12 por ciento con respecto al 2001. El valor de las exportaciones españoles a Marruecos se elevó en 2002 a 1.684 millones de euros, frente a unas importaciones de productos marroquíes por valor de 1.377 millones de euros. De enero a agosto de 2003, las exportaciones españolas fueron de 1.227 millones de euros y las importaciones de 1.027 millones de euros.
Respecto a la lucha contra el terrorismo, Aznar dijo que España comparte "la misma visión y las mismas preocupaciones que Marruecos" y expresó la disposición de España "a cooperar más y más estrechamente con Marruecos en la lucha contra este fenómeno".
En relación a la inmigración ilegal, el presidente del gobierno español recalcó que es "un problema global" que requiere "una mejor cooperación económica y social" y una "lucha conjunta". Según Aznar, "la inmigración clandestina no es buena para Marruecos ni para España. Las obligaciones de las dos partes deben ser asumidas de forma conjunta".
La prensa marroquí de este lunes dedica grandes espacios a la cumbre y, en general, coincide en señalar que será una buena ocasión para superar algunos de los problemas que han enturbiado las relaciones bilaterales durante los últimos años. Sin embargo, el diario "Aujourd'hui le Maroc" se muestra especialmente crítico con el presidente del gobierno español, al que dedica la fotografía de portada con el siguiente titular: "Aznar, el hombre que odia a Marruecos".