(Libertad Digital) En el turno de respuesta del presidente a los grupos parlamentarios, José María Aznar recordó que, pese a las "connotaciones de esta sesión" –es su despedida en el Congreso–, "yo no he venido a hacer balance de ocho años de gobierno".
Dirigiéndose el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que "el 20 de diciembre del año 2000 su señoría me felicitaba por los resultados obtenidos en Niza", por lo que, sorprendido, se preguntó: "¿ahora me critica por haberlos mantenido?". Tras el reproche, el presidente del Gobierno ofreció su explicación apuntando que "es probable que su señoría haya cambiado de criterio porque es capaz de decir una cosa y la contraria sin inmutarse". Uno de los argumentos de Zapatero fue reprochar a Aznar el haber echado a perder "la España que heredó" de Felipe González, en la que, según el líder de la oposición, estábamos mejor considerados.
Aznar cambio momentáneamente de asunto para referirse a las acusaciones vertidas por la oposición sobre las actuaciones del Gobierno en defensa de la unidad de España. Dijo que Zapatero también es capaz de cambiar de opinión "por ejemplo al dar lecciones de constitucionalidad". Se refería así a las manifestaciones de Zapatero de que contra el plan Ibarretxe hay que levantar "un muro". Para el presidente del Gobierno, ese muro empieza con la modificación del Código Penal que advierte a Ibarretxe del delito que cometerá si lleva adelante su plan. "Ese es el muro que se está levantando", zanjó Aznar entre los aplausos de su grupo.
No quedó ahí la crítica a la labor de oposición de Zapatero. Para analizar la realidad sobre las llamadas al consenso desde PSOE, Aznar esgrimió un documento, el de la firma del acuerdo entre Carod Rovira, Maragall y Saura para gobernar la Generalitat. Leyó el punto en el que los tres partidos se comprometen a excluir al PP, no sólo en Cataluña sino en cualquier escenario político. Tras exponer de forma literal los términos de ese pacto de veto, Aznar se dirigió directamente a Zapatero: "Muchas gracias señoría por su oferta de consenso". A lo que añadió que "lo malo de su discurso es que ni ayuda al Gobierno ni le perjudica, es irrelevante. Ha elegido su señoría el camino de la insolvencia y lo ha conseguido, le felicito por ello".
Gaspar Llamazares, por su parte, calificó al presidente de "cruzado, inquisidor, estratega de la guerra preventiva en Irak frente a la pluralidad nacional, frente a sus opositores políticos en España y en Europa". Y terminó preguntándole "¿dónde está su victoria, señor Aznar?".
Al término de este turno final relacionado con el balance de la Cumbre Europea, se reabrió la sesión de control con las preguntas que los grupos habían registrado en la Cámara. La despedida de Aznar del Congreso de los Diputados marcó las críticas de la oposición a quien acusaron de crispar la política y hasta de "vulnerar la Constitución". Las respuestas del presidente del Gobierno, dirigidas en exclusiva a Zapatero, se centraron en lamentar que el PSOE haya perdido su dimensión de partido nacional.