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Condenan a Bimbo por despedir a un trabajador que envió un chiste sobre la empresa por "e-mail"

El juzgado de lo Social número 2 de Granollers (Barcelona) ha condenado a Bimbo a readmitir o indemnizar con 37.903 euros a un trabajador que fue despedido tras enviar a sus compañeros un correo electrónico considerado ofensivo por la dirección de la compañía. El e-mail remitido por el empleado contenía un chiste sobre los sueldos en la empresa.

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(Libertad Digital) En la sentencia, el juez considera que el trabajador se excedió en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, por lo que cree que es motivo de una sanción disciplinaria, pero entiende que la empresa se excedió en su decisión de despedirlo, por lo que lo declara improcedente, según ha informado la agencia Efe. El caso ocurrió el 6 de diciembre de 2002 cuando el empleado de Bimbo envió un correo electrónico a varios compañeros de la fábrica de Granollers a través de la dirección de correo electrónico de la empresa y con un ordenador portátil particular.

El chiste versa sobre el atraco de un ladrón enmascarado a un ciudadano que va por la calle y al que le exige la entrega de todos los objetos de valor que lleva encima. El atracador se apercibe de que todo lo que lleva la víctima es falso o de imitación y le dice al ciudadano: "estás peor que yo, ¿a qué te dedicas ?". La víctima le responde: "soy mando intermedio de Bimbo", y el ladrón se quita la máscara y le pregunta: "¿ah sí, de qué planta?".

El 23 de enero de este año la dirección de Bimbo comunicó al trabajador su despido disciplinario por considerar que su acción no perseguía "hacer gracia" sino ofender y difamar a mandos intermedios y otros superiores de la empresa, ante los cuales el empleado se disculpó de inmediato si se sintieron ofendidos. Lo que más molestó a la empresa es que se relacionase a mandos intermedios de la fábrica con personas "miserables o precarias" que se ven forzados a robar por la calle "como única alternativa a su miserable vida". El trabajador, que defendió que su despido también era por represalias por su condición de sindicalista y porque tiempo atrás había demandado a la empresa por otros motivos, pidió disculpas por su broma, que se basaba en un chiste sobre ingenieros informáticos aparecido en Internet, y afirmó que se trataba de una gracia sin ningún ánimo ofensivo.

Dice la sentencia, que valora el hecho de las disculpas ofrecidas por el empleado, que el empleado "se excedió en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión" y, aunque el juez rechaza que el chiste sea ofensivo difamatorio en la dimensión dada por la empresa, cree que es motivo suficiente para una sanción porque es "desconsiderado", pero no de la gravedad del despido. El juez entiende que el chiste "constituye una intencionada y deliberada crítica del nivel salarial de los mandos intermedios (unos 30.000 euros brutos anuales), pretendiendo evidenciar que dicho importe es insuficiente para llevar a una vida adecuada, "lo que obliga a algunos de ellos a robar por las calles".

"Es comprensible que algunos mandos intermedios y la dirección de la empresa puedan haberse ofendido, aunque la intencionalidad del trabajador no fue la de ofender", por lo que considera "desproporcionada" la medida del despido y cree que es más ajustado una sanción en grado medio por dos infracciones simultáneas, el contenido del chiste en sí y el uso del correo electrónico de la empresa.

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