La apuesta por Internet permite a "Playboy" llegar al medio siglo sin peligro de desaparecer

(Libertad Digital) A diferencia de su rival, Playboy ha optado por aprovechar el potencial de los nuevos medios de comunicación en vez de luchar contra ellos. Esta estrategia le ha permitido mantener una circulación de tres millones de ejemplares en EEUU y 4,5 millones en todo el mundo, según ha informado la agencia Efe.

 

Aunque considera que no se puede predecir el futuro a largo plazo, el fundador de Playboy, Christie Hefner, cree que los nuevos medios no reemplazarán a los viejos, sino que se añadirán a la combinación, por lo que confía en que el imperio llegará a cumplir los cien años. "Las bolas de cristal se empañan cuando se intenta mirar tan lejos", dijo. "Estaremos presentes porque el atractivo de Playboy es universal e intemporal", señaló Christie Hefner, "ya que la belleza y el atractivo sexual son cualidades eternas".

 

Tras medio siglo de vida, Christie Hefner, hija de Hugh y actual presidenta de Playboy, ha incorporado exitosamente la publicación al espíritu de los tiempos con un programa de suscripciones on line, programas de radio, y canales de televisión por cable. Es decir, Christie ha convertido a la cabecera en mucho más que una revista: hoy en día, es una compañía multimedia internacional que incluye desde ropa hasta vídeo-juegos, y una de las marcas más fáciles de reconocer gracias a su logotipo en forma de conejito.

 

 

Los tiempos han cambiado, pero Hugh Hefner parece mantener el mismo espíritu que cuando creó la mítica revista desde la cocina de su apartamento de Chicago con 8.000 dólares prestados por familiares y amigos. Ese primer número, que ni siquiera llevaba fecha puesto que no estaba claro que fuese a tener continuación, incluía un desplegable a toda página de Marilyn Monroe, que Hefner compró a una imprenta de calendarios de la ciudad.

 

El editor, que hoy tiene 77 años, continúa pegándose la gran vida en su super lujosa mansión de Los Angeles. Allí vive acompañado de sus seis novias, vestido a todas horas con su ya mítico pijama de seda, fumando su igualmente famosa pipa, y centrado en lo que describe como la "inspiración" para Playboy: "el juego y el placer de la vida".

 

 Entre sus famosas "Playmates" –desde Kim Bassinger hasta Sharon Stone o Cindy Crawford– las entrevistas a personajes célebres y los textos de las mejores plumas del país, la revista pronto se convirtió en un icono de la cultura pop. Y, según el grandilocuente Hefner, fue "una de las tres grandes invenciones de la civilización, junto con el fuego y la rueda". Parte del éxito se debe a que su creador no concibió la revista como una publicación dedicada al sexo, sino una cabecera de estilo en la que el sexo está incorporado. "Por supuesto hemos cambiado", señaló Hefner a la cadena de televisión CBS. "Ahora estamos más a gusto en nuestra piel. Podemos aceptar la realidad de que somos seres sexuales".

 

 

La apuesta por las nuevas tecnologías ha permitido a Playboy correr una suerte bien diferente a la de Penthouse, la revista que se declaró en bancarrota en octubre ante las alarmantes pérdidas que sufría debido a la irrupción de Internet en el mercado del erotismo. Bob Guccione, el editor de esta publicación, dijo entonces que ya "no hay futuro" para revistas de este tipo, ya que hoy en día la tecnología "puede satisfacer todos nuestros deseos".