L D (EFE) Annan hizo estas declaraciones después de una reunión con el Grupo de Amigos de Irak, en la que participaron 46 delegaciones de los 191 países de la ONU y en la que estuvo acompañado por su asesor especial, Ladjar Brahimi.
Brahimi llegó a Nueva York procedente de Irak, donde ha permanecido una semana tratando de evaluar la viabilidad de convocar elecciones directas antes del 30 de junio, como pedía el líder de la comunidad chiíta de Irak, el ayatolá Alí Sistani.
El secretario general señaló que en la reunión "hubo un consenso generalizado de que no era factible celebrar elecciones antes del 30 de junio", si bien se "respetará el plazo para que las fuerzas ocupantes entreguen el poder a los iraquíes". Por su parte, Brahimi destacó que "ahora debemos centrarnos en el proceso antes de esta fecha y después, cuando ya se haya restaurado la soberanía". Las 46 delegaciones de los países apreciaron el trabajo de Brahimi y su equipo para tratar de encontrar mecanismos que resuelva el "impasse" hasta que se organicen las elecciones.
Brahimi y su equipo de expertos deberá entregar al secretario general un informe con sus recomendaciones sobre cómo proceder en el proceso político de Irak hasta que se celebren elecciones directas. Annan señaló en la reunión que, una vez haya estudiado las conclusiones, "la ONU podrá contribuir a abordar estas cuestiones, siempre teniendo en cuenta el interés de los iraquíes, así como a promover un consenso nacional, esencial para una transición estable y legítima". Sin embargo, no dio a conocer ninguna fecha para hacer públicas sus recomendaciones, ni cuándo podrían decidir la convocatoria de elecciones generales directas, previstas inicialmente para diciembre de 2005, pero que podrían adelantarse.
Annan comunicó a las delegaciones que es esencial que la ONU "mantenga una identidad clara y separada" de la Coalición para que esta organización sea percibida por los iraquíes como "un organismo mundial imparcial e independiente, con ninguna otra agenda que ayudar al país en momentos difíciles". El secretario general expresó su preocupación por la inseguridad en Irak, que no finalizará necesariamente con el final de la ocupación, según su opinión. No obstante, insistió en que, para que la ONU juegue un papel importante y envíe de nuevo a su personal internacional, han de mejorar las condiciones de seguridad.