L D (EFE) Devers, dos veces campeona olímpica de 100 metros y otras dos de 60, alcanzó en la primera jornada el primero de los dos objetivos con los que afrontaba los Mundiales. El otro, la medalla de oro en 60 metros vallas, le aguarda el domingo. Sería la primera atleta en conseguir el histórico doblete.
La estadounidense, de 37 años, no fue, sin embargo, la más rápida en la salida. La belga Kim Gevaert, reciente vencedora de Marion Jones en Birmingham, sólo tardó 120 milésimas en ponerse en acción, frente a las 144 de Gail Devers, pero mediada la prueba la norteamericana, que se entrena a sí misma, ya estaba por delante. En la meta las separaron cuatro centésimas (7.08 por 7.12). El bronce ha sido para la bielorrusa Yuliya Nesterenko con idéntico registro al de Gevaert en una final a la que faltó la abuela de los campeonatos, la eslovena Merlene Ottey, de 43 años, eliminada en semifinales sólo por milésimas.
La victoria de Gardener estaba cantada en la final masculina. El británico llegó con siete de las diez mejores marcas mundiales del año y ni siquiera el campeón de EEUU, el hombre-guepardo Shawn Crawford, pudo con él. Gardener batió al estadounidense desde el pistoletazo de salida, aunque al final su ventaja fuera de sólo tres centésimas. Venció con 6.49 y a su izquierda en el podio tendrá al griego Yeoryios Theodoridis, que demostró una buena progresión para los Juegos de Atenas con un registro de 6.54.
La primera jornada ha cedido el protagonismo a los más veloces y también a las más fuertes. En la final femenina de peso la ucraniana Vita Pavlysh fue la única de las cinco primeras que no mejoró su registro del año, pero no le hizo falta. Su tiro de 20,49 metros en el cuarto intento le dio la victoria. Cazada en un control de dopaje en los Mundiales en sala de Maebashi´99, Pavlysh consiguió el título cinco años después con 35 años, relegando al segundo puesto a la rusa Svetlana Krivelyova (19,90). La cubana Yumileidi Cumba, que competía por cuarta vez en los Mundiales, daba a Latinoamérica la primera medalla de los campeonatos con su tercer puesto en la final de peso. La antillana supo alcanzar la forma en el momento justo. El tercer tiro (19,31) fue su mejor marca del año.
La mejor marca mundial del año (4.759) sirvió en bandeja de oro el título de pentatlon a la portuguesa Naide Gomes, pese a que las tres clasificadas a continuación batieron sus respectivos récords nacionales: la ucraniana Nataliya Dobrynska (4.727), la lituana Austra Skujyte (4.679) y la holandesa Karin Ruckstuhl (4.640).
Un español, Yago Lamela, fue el gran derrotado de la primera jornada. Actual subcampeón mundial de longitud en pista cubierta, quedó fuera de la final con un mejor salto de 7,95 metros que le dejó a un centímetro de la guerra por las medallas del sábado. El británico Christopher Tomlinson, con un salto de 7,96 en el último intento, arrebató a Lamela el octavo puesto que daba acceso directo a la final. Iván El Terrible Pedroso no falló. Sacó su mejor salto del año (8,02) para meterse en la puja por los metales en busca de un histórico sexto título de longitud a cubierto. El estadounidense Savante Stringfellow intimidó a sus rivales con un salto de 8,31. Bastaban 8 metros para pasar a la final, pero el factor psicológico también cuenta. El Sport Arena de Budapest acogió a los atletas en un ambiente cálido de 23 grados. Fuera nevó durante todo el día y el termómetro marcaba dos bajo cero.