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Rusia aporta dos récords mundiales en salto con Isinbayeva y Lebedeva

Rusia ha cosechado en una segunda jornada espectacular de los Mundiales en pista cubierta los dos primeros récords mundiales con increíbles saltos de Yelena Isinbayeva en pértiga (4,86) y Tatyana Lebedeva en triple (15,36) en un día que no añadió ninguna gloria al cubano Iván Pedroso, lejos del podio en longitud. Además, Yamilé Aldama consiguió la primera medalla mundialista para Sudán.

L D (EFE) Isinbayeva, que ya había batido dos veces el récord mundial este año y después lo había perdido en beneficio de su compatriota Svetlana Feofanova, lo recuperó en Budapest por un solo centímetro y en su primer intento. Feofanova se había quedado en 4,70 -tercera- y la estadounidense Stacy Dragila, ex plusmarquista mundial, hizo dos inútiles intentos en 4,91.

Minutos antes Tatyana Lebedeva, con dos oros en su historial, hizo olvidar a la anterior campeona del mundo, la británica Ashia Hansen, ausente por lesión, y le arrebató de un golpe el título y el récord mundial de triple con su último salto, de 15,36. La plusmarca anterior (15,16), conseguida en Valencia, había durado seis años. La saltadora de origen cubano Yamilé Aldama dio a Sudán, su país de adopción, la primera medalla en unos campeonatos del mundo al conseguir la de plata en triple con un registro de 14,90, y el bronce fue para la griega Hrysopiyi Devetzi con 14,73.

Iván Pedroso, el atleta más laureado en Mundiales bajo techo, con cinco títulos, estuvo muy lejos de añadir un sexto a su historial. Su mejor salto de este invierno (8,09) no le dio más que un octavo lugar, el peor de todas sus participaciones en el torneo. El triunfo en la final de longitud fue, curiosamente, para el único de los ocho aspirantes que no mejoró su marca del año, el estadounidense Savanté Stringfellow, que heredó el título de su ausente compatriota Dwight Phillips con un salto de 8,40 metros.

Kenia aprovechó la ausencia de los dos mejores fondistas etíopes, Haile Gebreselassie y Kenenisa Bekele, para ganar un título que le faltaba, el de 3.000 metros lisos. Bernard Lagat, el más rápido de los presentes este año (7:34.96), batió al esprint, con un tiempo de 7:56.34, al portugués Rui Silva, campeón en Lisboa 2001. Allen Johnson revalidó su corona de 60 metros vallas con una marca de 7.36, la mejor en la historia del torneo, y dio a los Estados Unidos el tercer título consecutivo de esta prueba. El chino Xiang Liu llegó segundo, siete centésimas después. Otro estadounidense, Duane Ross, uno de los favoritos en 60 metros vallas, se fracturó la muñeca derecha al tropezar con uno de los obstáculos y tendrá que operarse la próxima semana cuando regrese a Carolina del Norte. Ross, que además sufrió diversas magulladuras y erosiones en el cuerpo, fue retirado en camilla de la pista y habrá de estar de baja aproximadamente un mes.

Etiopía no se fue de vacío. Kutre Dulecha batió con enorme facilidad a la canadiense Carmen Douma en la final de 1.500. Casi dos segundos separaron en la meta a las dos primeras. La africana se impuso con 4:06.40. La medalla de oro en altura fue para un sueco, Stefan Holm, que se elevó hasta 2,35 y luego intentó, sin éxito, saltar 2,41. Le siguió el ruso Yaroslav Rybakov (2,32) y la medalla de bronce, muy barata (2,25), hubo de partirse entre el checo Jaroslav Baba, el jamaicano Germaine Mason y el rumano Stefan Vasilache. El fantasma del dopaje asomó en la segunda jornada. El rumano Ioan Vieru, que se clasificó el viernes para las semifinales de 400, fue retirado de los campeonatos por la Federación de su país tras conocerse que había dado positivo por estanozolol (un esteroide) en la reunión de Atenas del 22 de febrero pasado.

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