L D (Agencias) Los restos mortales de Javier Guerrero Cabrera, el estudiante de la Universidad Politécnica desaparecido tras los atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo, han sido identificados mediante las pruebas de ADN, según confirmaron fuentes del Instituto Anatómico Forense de la capital de España, según informa EFE.
Los restos de Javier Guerrero han sido trasladados al tanatorio de la M-30 y serán trasladados al crematorio del cementerio de la Almudena, donde será incinerado, precisaron fuentes del tanatorio de la M-30.
La Universidad Politécnica de Madrid había pedido ayuda a los medios de comunicación para que difundieran la descripción de este alumno. Lo único que se sabía de él es que se encontró su DNI entre los restos del tren de la calle de Téllez, en las proximidades de la estación de Atocha. Javier Guerrero, alumno de Informática de Gestión, tenía 25 años, y trabajaba en el Palacio Real de Madrid. Según la Politécnica, Guerrero subió al tren en Puerta de Arganda, "y lo último que se sabía de él es que había aparecido su DNI en el tren de la calle de Téllez".
El DNI es lo único que se había encontrado, porque no habían aparecido ni su ropa ni sus zapatos, pero tampoco el reloj, que era de titanio, ni sus llaves, de acero, objetos estos últimos que la Politécnica describía como no desintegrables. Estas circunstancias hacían creer que pudiera "estar vivo pero amnésico", según la Universidad, que afirmaba que sus estudiantes se iban a organizar en grupos para dar batidas a la ciudad de Madrid "por si estuviera vagando por la misma".
Los restos de Javier Guerrero han sido trasladados al tanatorio de la M-30 y serán trasladados al crematorio del cementerio de la Almudena, donde será incinerado, precisaron fuentes del tanatorio de la M-30.
La Universidad Politécnica de Madrid había pedido ayuda a los medios de comunicación para que difundieran la descripción de este alumno. Lo único que se sabía de él es que se encontró su DNI entre los restos del tren de la calle de Téllez, en las proximidades de la estación de Atocha. Javier Guerrero, alumno de Informática de Gestión, tenía 25 años, y trabajaba en el Palacio Real de Madrid. Según la Politécnica, Guerrero subió al tren en Puerta de Arganda, "y lo último que se sabía de él es que había aparecido su DNI en el tren de la calle de Téllez".
El DNI es lo único que se había encontrado, porque no habían aparecido ni su ropa ni sus zapatos, pero tampoco el reloj, que era de titanio, ni sus llaves, de acero, objetos estos últimos que la Politécnica describía como no desintegrables. Estas circunstancias hacían creer que pudiera "estar vivo pero amnésico", según la Universidad, que afirmaba que sus estudiantes se iban a organizar en grupos para dar batidas a la ciudad de Madrid "por si estuviera vagando por la misma".