L D (EFE) Según informaron fuentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Huelva, el presunto homicida "no tenía una razón aparente" para actuar de esta forma ya que no había relación de parentesco ni se habían producido rencillas con los propietarios del bar donde desayunaba cada mañana, quedando la única explicación de que perdiera sus facultades mentales en el momento de los hechos.
El suceso ocurrió en torno a las diez de la mañana en el bar "La esquinita" de esta pequeña localidad de la Sierra de Huelva de unos 2.500 habitantes. El guardia civil, que se encuentra en la reserva desde 1994, casado y con dos hijos, comenzó a disparar con un arma particular que tenía de forma legal, sin mediar palabra, matando en primer lugar a A.N.H., una mujer de 52 años.
Después siguió disparando e hirió en el pómulo y en el brazo a la propietaria del local y concuñada de la primera víctima, F.T.R., de 46 años, que tuvo que ser atendida de sus heridas en el centro de Salud de la localidad. Tras efectuar estos disparos, el guardia salió a la calle donde hirió de gravedad a C.R.G., un hombre de 52 años que tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Después de finalizar de disparar y ante el pánico de los vecinos del pueblo que comenzaron a cerrar los comercios, el presunto homicida se dirigió andando por la carretera nacional 630 en dirección a Mérida (Badajoz), vía donde fue localizado y detenido minutos más tarde por la Guardia Civil que había montado un dispositivo de búsqueda.
El suceso ocurrió en torno a las diez de la mañana en el bar "La esquinita" de esta pequeña localidad de la Sierra de Huelva de unos 2.500 habitantes. El guardia civil, que se encuentra en la reserva desde 1994, casado y con dos hijos, comenzó a disparar con un arma particular que tenía de forma legal, sin mediar palabra, matando en primer lugar a A.N.H., una mujer de 52 años.
Después siguió disparando e hirió en el pómulo y en el brazo a la propietaria del local y concuñada de la primera víctima, F.T.R., de 46 años, que tuvo que ser atendida de sus heridas en el centro de Salud de la localidad. Tras efectuar estos disparos, el guardia salió a la calle donde hirió de gravedad a C.R.G., un hombre de 52 años que tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Después de finalizar de disparar y ante el pánico de los vecinos del pueblo que comenzaron a cerrar los comercios, el presunto homicida se dirigió andando por la carretera nacional 630 en dirección a Mérida (Badajoz), vía donde fue localizado y detenido minutos más tarde por la Guardia Civil que había montado un dispositivo de búsqueda.