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Jesús Gil fallece a los 71 años en Madrid tras seis días de lucha por la vida

El máximo accionista y ex presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil y Gil, ha fallecido este viernes a los 71 años de edad a causa de un "infarto cerebral masivo predominante". Gil permanecía ingresado desde el pasado domingo en la Clínica Cemtro de Madrid tras sufrir un accidente cerebrovascular. La capilla ardiente con los restos mortales se instalará este sábado a las diez de la mañana en el estadio Vicente Calderón y el entierro tendrá lugar ocho horas después en el cementerio de La Almudena.

(Libertad Digital) El doctor Malillos era el encargado de confirmar la noticia del triste fallecimiento de Jesús Gil, poco antes de las ocho de la tarde del viernes, y explicaba que "la muerte real fue sobre las cinco, aunque se hicieron una serie de maniobras de resucitación" que no dieron resultado.

Gil moría sin saber el resultado del último partido que el Atlético de Madrid jugó en Santander el pasado domingo frente al Racing. La plantilla rojiblanca se conjuró para ofrecerle un triunfo a su ex presidente, pero sólo la mala suerte les privó de ganar en El Sardinero. Un gol del israelí Omri Afek, en las postrimerías del encuentro, supuso el empate (2-2). La incertidumbre y las emociones se desataron en la expedición del equipo, pendiente de la evolución del accionista mayoritario de la entidad en los momentos previos al envite ante el Racing y conmocionado ante la noticia que llegaba procedente de Madrid.

Gil ingresaba de urgencia en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) a las 13,00 horas, donde se le hizo un primer examen y se le diagnosticó un accidente cerebrovascular agudo (ACVA) isquémico (por trombosis) y donde, por deseo de su familia, se decidió su traslado a Madrid en una UVI móvil. En el centro hospitalario de Talavera, en el que permaneció hasta poco antes de las 16,00 horas, Gil recibió los primeros tratamientos y, tras estabilizarle, se le realizó un TAC craneal, según confirmaba el club rojiblanco en un comunicado. El ex presidente atlético llegaba a la clínica Cemtro acompañado de su esposa, María de los Ángeles Marín, y sus hijos.

"Situación estacionaria dentro de la gravedad"

El primer parte médico hospitalario confirmaba que el dueño del Atlético "sufrió un accidente cerebrovascular agudo, un infarto de la arteria cerebral media". El doctor Mariano Malillos explicaba entonces que "el paciente está ingresado en la unidad de cuidados intensivos y su situación es estacionaria dentro de la gravedad propia de estos casos. Está estuporoso, no mantiene un nivel de conciencia al cien por cien, su nivel de conciencia está al cuarenta por ciento. Responde a órdenes muy sencillas, pero tampoco queremos forzarle más, porque tengan en cuanta que el accidente cerebrovascular es muy reciente".

"Un accidente cerebrovascular agudo del tipo de un infarto produce unas lesiones neurológicas que se traducen lógicamente en una hemiplejía, es decir inmoviliza todo el lado derecho. La edad, la obesidad, la hipertensión arterial, la patología cardiaca previa y el estrés son factores de riesgo", concluyó el doctor Malillos, quien pidió un plazo de 48 horas para aclarar si la vida de Jesús Gil corría o no peligro.

"Intubado" y con "disminuciñon de consciencia"

Ya en Madrid el 11 de mayo, la Clínica Cemtro comenzó a informar a la opinión pública a través de diferentes partes médicos. En el primero se decía que había sido "intubado" como consecuencia de una "disminución de consciencia" acompañada de "insuficiencia respiratoria". "En las últimas horas, Gil ha presentado una disminución de consciencia acompañado de insuficiencia respiratoria, por lo que esta mañana se ha procedido a intubación orotraqueal y ventilación mecánica, lo que forma parte de la evolución natural de esta enfermedad", aseguraba el director medico de la Clínica Cemtro, Manuel Malillos en un comunicado leído a la prensa.

"En el momento actual el paciente está sedado con constantes vitales mantenidas dentro de la normalidad", añadió el doctor, quien aseguró que por "expreso deseo de la familia", y a diferencia de anteriores días, no respondería a ninguna pregunta más de los medios de comunicación. Un día después, el 12 de mayo, se informó que el cuadro clínico de infarto cerebral masivo que padece Jesús Gil y Gil, ha experimentado, en las últimas horas, signos de empeoramiento progresivo.

"Signos de inestabilidad neurológica"

El máximo accionista del Atlético de Madrid continuaba "intubado orotraquealmente y conectado a ventilación mecánica, siendo su pronóstico de extrema gravedad", finalizaba ese parte médico emitido a las 17,30 horas. El 13 de mayo, persistía el estado de máxima gravedad de Jesús Gil. A las 13,00 se dio el siguiente parte médico: "Jesús Gil precisa la ayuda de ventilación mecánica y sedación profunda, y muestra signos de inestabilidad neurológica, persistiendo por tanto el estado de suma gravedad", informó el doctor Mariano Malillos. El 14 de mayo fue el día más intenso. No paró de acudir gente a la clínica a dar apoyo moral a la familia Gil. El dictamen de las 15,30 horas llevaba el desasosiego a todo su entorno, que esperaba ya el fatal desenlace.

"La situación clínica de Jesús Gil se mantiene en estado similar a la que ha presentado en las últimas 24 horas. Continúa en el servicio de cuidados intensivos, permanece intubado orotraquealmente, conectado a ventilación mecánica y con sedación profunda. Sigue mostrando signos de inestabilidad neurológica y hemodinámica. Persiste por tanto su estado de extrema gravedad", afirma el texto. Al mediodía de este viernes, la familia de Gil seguía recibiendo visitas, entre ellas la del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; el ex secretario de Estado para el Deporte Rafael Cortes Elvira, y el jugador rumano del Atlético de Madrid, Cosmin Contra, entre otros.

Amplio historial médico

El historial médico de Gil contemplaba una intervención quirúrgica en enero de 2003 en la que se le implantó un marcapasos en el hospital de La Luz de Madrid. Antes, en febrero de 2000, tuvo que ser ingresado en la misma clínica, aquejado de una arritmia cardiaca de la que se recuperó rápidamente. El 7 de enero de 1999 se ordenó su ingreso en la prisión de Málaga, acusado junto a cinco personas más de cuatro delitos de malversación de caudales públicos y otro de falsedad en documento público, en relación con la contratación por el consistorio de la publicidad de las camisetas de los jugadores del club, y al tercer día de reclusión sufrió otra importante dolencia. Gil presentó un cuadro de hipertensión severa acompañado de cefalea y fibrilación auricular crónica, que le llevó al Hospital Clínico Universitario de Málaga.

El 14 de enero fue puesto en libertad bajo fianza de cien millones de pesetas y, una vez efectuado el pago, permaneció hasta el día 19 en el hospital, donde le fue practicado un cateterismo. Gil había superado todo hasta que llegó este último ataque que le sorprendió en su finca de Valdeolivas cuando descansaba tranquilamente esperando conocer el resultado de su equipo en Santander. Un resultado que, desgraciadamente, jamás conocerá.

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