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EL PRESUNTO "ASESINO DE LA BARAJA" SE RETRACTA

Galán dice que se autoinculpó porque los verdaderos asesinos le amenazaron con matar a sus hermanas

Alfredo Galán, que en julio se autoinculpó de los crímenes atribuidos al "asesino de la baraja" y que ahora se ha retractado, reveló este miércoles que los verdaderos autores de los crímenes, dos cabezas rapadas según su declaración, le obligaron a atribuirse los mismos amenazándole con "dejar el 5 y el 6 de copas sobre los cuerpos de sus hermanas".

L D (EFE) El ex militar dijo este miércoles a la juez de instrucción número 10 de Madrid, María Antonia Torres, que en enero pasado vendió a un conocido la pistola Tokarev con la que supuestamente se cometieron los asesinatos, y que conoce el nombre y el apellido de esta persona, así como el apodo de otra que también intervino en los crímenes. El joven, de 26 años, se negó sin embargo a revelar sus identidades, y se limitó a decir "que estas personas eran skin-heads (cabezas rapadas), aunque normales", y que le comentaron que no actuaban "por ningún tipo de ideología", sino "por poner a prueba a la Policía".

Según el relato hecho este miércoles por Galán, éste se trajo una pistola Tokarev de Bosnia, junto a unos doscientos cartuchos de munición, y disparó con la misma en varias ocasiones en el campo en la localidad de Puertollano (Ciudad Real), hasta que el pasado mes de enero "vendió esa pistola a un conocido", detalle que, según él, "sabe mucha gente de su entorno". Añadió que, a finales de marzo, esta persona se presentó a él junto a un hombre de unos 33 años, y que le ordenaron "que no dijera a nadie que les había vendido esa pistola", que tenía sus huellas.

Galán asegura que pensó revelar esa información a su familia o a un mando militar con el que tenía confianza, pero que finalmente decidió callar y, a mediados de abril, los dos hombres acudieron a su lugar de trabajo y le citaron en el parque del Oeste de Madrid. Cuando Galán acudió al punto de encuentro, los dos hombres "le fueron contando detalles sobre los crímenes ocurridos en la provincia de Madrid, en concreto, que marcaban las cartas que arrojaban a las víctimas, que estaban actuando los dos para evitar que se delataran mutuamente" y que "para cometer los hechos cambiaban de vehículo".

Amenazas de los cabezas rapadas

A finales de abril, siempre según la declaración del ex militar, los dos cabezas rapadas se personaron en su domicilio de la localidad de Villalbilla y, una vez en el interior, uno de ellos "le puso contra la pared colocándole una pistola en el ojo al tiempo que le decía que se autoinculpara para tranquilizar a la Policía y que, si se negaba, le mataría". La situación se repitió varios días después, el 5 o el 6 de mayo, cuando los dos hombres "le comentaron que se habían cansado del juego, que habían pensado en entregarse, pero que como no tenían nada que perder iban a dejar el 5 y el 6 de copas sobre los cuerpos de sus hermanas, salvo que el declarante (Galán) se entregara".

En esa conversación, afirmó Galán, "también le manifestaron que no se derrumbara, que contara siempre los mismos detalles, tanto a la Policía como a los psiquiatras, y que si le preguntaban por la pistola dijera que la había tirado a la basura, en su pueblo, advirtiéndole de que si pisaban la cárcel iban a matar a sus hermanas, simulando un robo o algo peor". Según el joven, los verdaderos asesinos "le dieron el plazo de dos meses para entregarse, manifestándole que si ellos llegaban a ingresar en prisión, gente que conocían le matarían por 5.000 o 6.000 euros".

Galán asegura que primero pensó en suicidarse y que luego, "cuando ya había decidido entregarse, intentó ir a la Policía pero se echó para atrás, que posteriormente decidió beber para tener fuerzas y, tras ingerir alcohol, se entregó". Preguntado por la identidad de los dos cabezas rapadas, que según el declarante se desplazaban en un Audi A-3 rojo del que desconoce la matrícula, Galán dijo primero que no va a decir su nombre "salvo que tenga garantías de que no le va a ocurrir nada", pero poco después "expresamente manifiesta que a partir de ahora no va a contestar ninguna pregunta hasta el acto del juicio".

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