LD (EFE) En su último informe de coyuntura, el Banco de España calcula que el coste directo de los atentados –indemnizaciones a víctimas, gastos hospitalarios, bajas laborales, reparación de infraestructuras y sustitución de los trenes siniestrados, entre otros– supuso "unas pocas centésimas del PIB".
Ese porcentaje, reseña, estaría muy alejado del que representaron los efectos directos de los ataques del 11-S en Nueva York, cifrados en torno al 0,3 por ciento del PIB de Estados Unidos.
Según el boletín, al margen de los daños directos, los atentados no han tenido aparentemente un efecto apreciable sobre la actividad ni parece que vayan a afectar de forma significativa al ritmo de crecimiento, aunque la información disponible es parcial y tiene todavía poca perspectiva temporal.
El sector turístico, el más receptivo a este tipo de sucesos, sí ha mostrado un efecto significativo, afirma, aunque limitado y parece que transitorio. Los indicadores de confianza de los consumidores muestran un "tono positivo", opina, y no hay evidencia de que los sucesos del 11 la deteriorasen, igual que en el comercio al por menor. En cuanto a los empresarios, la información coyuntural tampoco apunta a un empeoramiento de su confianza, a pesar de un cierto efecto, previsible, en los servicios.
Ese porcentaje, reseña, estaría muy alejado del que representaron los efectos directos de los ataques del 11-S en Nueva York, cifrados en torno al 0,3 por ciento del PIB de Estados Unidos.
Según el boletín, al margen de los daños directos, los atentados no han tenido aparentemente un efecto apreciable sobre la actividad ni parece que vayan a afectar de forma significativa al ritmo de crecimiento, aunque la información disponible es parcial y tiene todavía poca perspectiva temporal.
El sector turístico, el más receptivo a este tipo de sucesos, sí ha mostrado un efecto significativo, afirma, aunque limitado y parece que transitorio. Los indicadores de confianza de los consumidores muestran un "tono positivo", opina, y no hay evidencia de que los sucesos del 11 la deteriorasen, igual que en el comercio al por menor. En cuanto a los empresarios, la información coyuntural tampoco apunta a un empeoramiento de su confianza, a pesar de un cierto efecto, previsible, en los servicios.
Por último, señala que los datos de coyuntura turística de marzo y abril truncaron la expansión de los primeros meses del año, aunque subraya que no parecen haberse quebrado las perspectivas optimistas para la campaña de verano.