L D (EFE) La jornada maratoniana del viernes, que ha aglutinado parte de la primera aplazada y cuya segunda vuelta aún sigue en curso, ha lanzado a Mickelson como la figura emergente y a batir para el fin de semana.
El japonés Shigeki Maruyama, los surafricanos Ernie Els y Retief Goosen, el argentino Ángel Cabrera y el estadounidense Fred Funk se han convertido en las sombras más oscuras para Mickelson en la clasificación, que presenta a otro de los candidatos, el fiyiano Vijay Singh, bien asentado con dos bajo par y ya en la casa club. Las angustias por el corte no acechan, por el momento, a Sergio García ni a Tiger Woods, aunque ambos no han explotado todavía en el difícil campo de Shinnecock Hills en Southampton (Nueva York).
Las complicaciones del Niño y el Tigre para hacer birdies contrastan con la facilidad de Els -cuatro consecutivos del hoyo 5 al 8- y Mickelson, precisamente los dos golfistas que mantuvieron un apretada contienda en la última jornada en Augusta. El zurdo de San Diego acumula 134 golpes (6 bajo par), jugó casi de forma impecable desde el tee , en los golpes cortos y en los greenes , y dio pinceladas parecidas a las que le llevaron a enfundarse la Chaqueta Verde en Augusta. Parece que sus tres días de práctica la semana pasada en este recorrido, junto a sus dos entrenadores, ha surtido efecto, familiarizándose con el peculiar estilo tipo links del campo.
En 1995, en el Abierto estadounidense disputado en este mismo campo, Mickelson disfrutó por primera vez de serias opciones para alzarse con su primer torneo grande . Esa esperanza quedó rota en el par 5 del hoyo 16, que atravesó durante los cuatro jornadas con 6 sobre el par. Mickleson, que terminó cuarto ese año, atravesó este hoyo con un sólido birdie . Pese a la aparente facilidad de Els o Mickelson, la realidad refleja que Shinnecock Hills tan sólo ha dejado, por el momento, que doce hombres estén bajo par en el marcador, y que el corte se cifre en cinco sobre par por el momento.
Precisamente, en esa angustiosa tesitura se encuentran el español Miguel Ángel Jiménez y el veterano argentino Eduardo Romero, ambos ya con las dos rondas acabadas y seis golpes sobre el par del campo. Jiménez, aunque falle el corte, debiera irse con la cabeza bien alta pues su grave error consistió en necesitar hoy nueve golpes en un par tres, el hoyo 11. Ese séxtuple bogey en la primera vuelta, pero cometido nada más comenzar, le pueden llevar directo hacia Málaga cuando con un simple par estaría en los puestos más altos de la tabla. Los naufragios más sonados llevaron los nombres de David Duval (20 sobre par y aún en juego), el inglés Justin Rose (15 arriba) y los estadounidenses Fred Couples y Davis Love III (11 sobre par).
El japonés Shigeki Maruyama, los surafricanos Ernie Els y Retief Goosen, el argentino Ángel Cabrera y el estadounidense Fred Funk se han convertido en las sombras más oscuras para Mickelson en la clasificación, que presenta a otro de los candidatos, el fiyiano Vijay Singh, bien asentado con dos bajo par y ya en la casa club. Las angustias por el corte no acechan, por el momento, a Sergio García ni a Tiger Woods, aunque ambos no han explotado todavía en el difícil campo de Shinnecock Hills en Southampton (Nueva York).
Las complicaciones del Niño y el Tigre para hacer birdies contrastan con la facilidad de Els -cuatro consecutivos del hoyo 5 al 8- y Mickelson, precisamente los dos golfistas que mantuvieron un apretada contienda en la última jornada en Augusta. El zurdo de San Diego acumula 134 golpes (6 bajo par), jugó casi de forma impecable desde el tee , en los golpes cortos y en los greenes , y dio pinceladas parecidas a las que le llevaron a enfundarse la Chaqueta Verde en Augusta. Parece que sus tres días de práctica la semana pasada en este recorrido, junto a sus dos entrenadores, ha surtido efecto, familiarizándose con el peculiar estilo tipo links del campo.
En 1995, en el Abierto estadounidense disputado en este mismo campo, Mickelson disfrutó por primera vez de serias opciones para alzarse con su primer torneo grande . Esa esperanza quedó rota en el par 5 del hoyo 16, que atravesó durante los cuatro jornadas con 6 sobre el par. Mickleson, que terminó cuarto ese año, atravesó este hoyo con un sólido birdie . Pese a la aparente facilidad de Els o Mickelson, la realidad refleja que Shinnecock Hills tan sólo ha dejado, por el momento, que doce hombres estén bajo par en el marcador, y que el corte se cifre en cinco sobre par por el momento.
Precisamente, en esa angustiosa tesitura se encuentran el español Miguel Ángel Jiménez y el veterano argentino Eduardo Romero, ambos ya con las dos rondas acabadas y seis golpes sobre el par del campo. Jiménez, aunque falle el corte, debiera irse con la cabeza bien alta pues su grave error consistió en necesitar hoy nueve golpes en un par tres, el hoyo 11. Ese séxtuple bogey en la primera vuelta, pero cometido nada más comenzar, le pueden llevar directo hacia Málaga cuando con un simple par estaría en los puestos más altos de la tabla. Los naufragios más sonados llevaron los nombres de David Duval (20 sobre par y aún en juego), el inglés Justin Rose (15 arriba) y los estadounidenses Fred Couples y Davis Love III (11 sobre par).