L D (EFE) "La decisión de internarlo fue tomada conjuntamente por la familia, ya que si no hacíamos un internamiento serio, Diego se moría, como nos habían advertido los médicos", ha dicho Claudia Villafañe en una entrevista al programa Salsa rosa , de Telecinco.
La última crisis de salud de Maradona, de 43 años, empezó el pasado 18 de abril cuando sufrió una grave neumonía. Fue ingresado en la clínica Suizo-Argentina, de la que se marchó de forma sorpresiva 11 días más tarde. Volvió a ese mismo centro el 5 de mayo a causa de una insuficiencia respiratoria. Cuatro días más tarde, Maradona fue internado en un psiquiátrico de las afueras de Buenos Aires.
"Diego fue trasladado sin saber a dónde iba. El momento más difícil es cuando le hicimos la primera visita una hermana de Diego y yo. Cuando me iba, me rogó en un aparte que no le dejará allí, que quería marcharse", ha dicho la ex esposa de Maradona. "Ahora sólo quiere ver a mis hijas y a mí. Y mientras él me necesite y yo pueda ayudarle, voy a estar con él. Estamos todos juntos luchando para que pueda salir de ésta y disfrutar de la vida", indicaba Claudia Villafañe, quien ha reconocido que el problema principal es que Maradona "no asume lo que le pasa".
"Está haciendo un esfuerzo muy grande, todo este tiempo sin consumir, pero no me gustaría que nadie pasara por ver un familiar en un sitio como ese, frío, impersonal, con enfermos de todo tipo, con las puertas que al cerrarse hacen un ruido parecido al de las prisiones". En las visitas que le hace, Maradona siempre termina diciéndole que tiene ganas de trabajar, que quiere salir para poner en marcha los proyectos de escuelas infantiles en distintos países del mundo. "Tampoco quiere admitir que estamos separados. Sigue con las alianzas, aunque ahora no se las dejan tener", añade.
Preguntada por si existe la posibilidad de que vuelva con Maradona, Claudia Villafañe (se casaron en noviembre de 1989 cuando él jugaba en el Nápoles) reitera que "mientras lo pueda ayudar, seguiré visitándole, pero eso no quiere decir que siga enamorada de él y que vuelva con él, aunque nadie sabe que le deparará el destino. Ahora estoy completamente volcada en mis hijas". Villafañe confirma que la fortuna de Maradona ya no existe. "Diego descubrió a finales del año pasado que esa fortuna no existía, no a causa de su enfermedad, sino por la mala administración de su apoderado, Guillermo Cóppola", ha dicho Claudia, quien no descarta que al ex representante le interesase que Maradona estuviera enfermo para poder manejar el dinero a su antojo. "Nunca había desconfiado de Guillermo, pese a que yo le mostré pruebas de que algo iba mal, pero las explicaciones que pidió llegaron tarde. Ahora no habla con Cóppola. Diego intento comunicarse con él pero no hubo respuesta", afirma.
Claudia Villafañe confirmaba igualmente que el Pelusa estuvo atado de pies y manos durante la terapia intensiva en la clínica Suizo-Argentina, pero precisa que eso es habitual cuando se aplica dicho tratamiento a fin de evitar que el enfermo se arranque los tubos (respiratorios) y las sondas. La ex esposa de Maradona revelaba que cuando una jueza le impone el tratamiento contra la drogadicción, el ex futbolista lo hizo en un apartamento arriba del que utilizaban como vivienda con una enfermera y dos sicólogos, las 24 horas al día, pero que "Diego se cansó y volvió a recaer". "Las veces que él hizo el esfuerzo para dejarlo, la gente que estaba en ese mundo de la droga trató de impedirlo. Se dio el caso incluso de que en una ocasión se nos acercó un señor a saludarle que llevaba en la mano un sobrecito con cocaína. Diego se negó a estrecharle la mano".
En cuanto a sus primera estancia en Cuba (empezó en enero de 2000 después de su primera grave crisis de salud a causa de la drogadicción), Claudia Villafañe dice que fue a tratarse del corazón, del que se recuperó muy rápidamente. "En los meses posteriores, comprobé que la situación ya no era la misma, que había salidas, más libertad, por lo que decidí quedarme en Buenos Aires con las niñas", ha dicho. Acerca de cuándo comenzó Maradona a consumir droga, su ex esposa señalaba que fue en el traspaso del Barcelona al Nápoles. "Nunca lo hizo en los dos años que estuvo en el Barcelona. Lo que lamentó siempre es no haber podido darle más al Barcelona a causa de la hepatitis que sufrió y la grave lesión".
"Yo no sé si hay un momento justo en que descubro que consumía droga. Delante de mi, jamás consumió cocaína. Los momentos raros de su comportamiento los atribuía a las exigencias de la fama. Luego, cuando él lo hace público, echando la vista atrás, relacioné algunas cosas del pasado con la drogadicción. Nunca nos dijo a la familia que tenía un problema con las drogas". "Lo que más rabia me da es que él, que siempre dio todo por la familia -es un padre extraordinario- y los amigos, no pueda ahora disfrutar de la vida como se merece. Tiene un corazón gigante", añade.
Claudia Villafañe encuentra una explicación a lo ocurrido en que a Maradona "no pudo hacer vida de adolescente y luego no le enseñaron a asimilar la fama". "Él siempre me decía que le habían subido a la cima de la montaña (de la fama) y, una vez allí, nadie le dijo qué tenía que hacer", señalaba.
La última crisis de salud de Maradona, de 43 años, empezó el pasado 18 de abril cuando sufrió una grave neumonía. Fue ingresado en la clínica Suizo-Argentina, de la que se marchó de forma sorpresiva 11 días más tarde. Volvió a ese mismo centro el 5 de mayo a causa de una insuficiencia respiratoria. Cuatro días más tarde, Maradona fue internado en un psiquiátrico de las afueras de Buenos Aires.
"Diego fue trasladado sin saber a dónde iba. El momento más difícil es cuando le hicimos la primera visita una hermana de Diego y yo. Cuando me iba, me rogó en un aparte que no le dejará allí, que quería marcharse", ha dicho la ex esposa de Maradona. "Ahora sólo quiere ver a mis hijas y a mí. Y mientras él me necesite y yo pueda ayudarle, voy a estar con él. Estamos todos juntos luchando para que pueda salir de ésta y disfrutar de la vida", indicaba Claudia Villafañe, quien ha reconocido que el problema principal es que Maradona "no asume lo que le pasa".
"Está haciendo un esfuerzo muy grande, todo este tiempo sin consumir, pero no me gustaría que nadie pasara por ver un familiar en un sitio como ese, frío, impersonal, con enfermos de todo tipo, con las puertas que al cerrarse hacen un ruido parecido al de las prisiones". En las visitas que le hace, Maradona siempre termina diciéndole que tiene ganas de trabajar, que quiere salir para poner en marcha los proyectos de escuelas infantiles en distintos países del mundo. "Tampoco quiere admitir que estamos separados. Sigue con las alianzas, aunque ahora no se las dejan tener", añade.
Preguntada por si existe la posibilidad de que vuelva con Maradona, Claudia Villafañe (se casaron en noviembre de 1989 cuando él jugaba en el Nápoles) reitera que "mientras lo pueda ayudar, seguiré visitándole, pero eso no quiere decir que siga enamorada de él y que vuelva con él, aunque nadie sabe que le deparará el destino. Ahora estoy completamente volcada en mis hijas". Villafañe confirma que la fortuna de Maradona ya no existe. "Diego descubrió a finales del año pasado que esa fortuna no existía, no a causa de su enfermedad, sino por la mala administración de su apoderado, Guillermo Cóppola", ha dicho Claudia, quien no descarta que al ex representante le interesase que Maradona estuviera enfermo para poder manejar el dinero a su antojo. "Nunca había desconfiado de Guillermo, pese a que yo le mostré pruebas de que algo iba mal, pero las explicaciones que pidió llegaron tarde. Ahora no habla con Cóppola. Diego intento comunicarse con él pero no hubo respuesta", afirma.
Claudia Villafañe confirmaba igualmente que el Pelusa estuvo atado de pies y manos durante la terapia intensiva en la clínica Suizo-Argentina, pero precisa que eso es habitual cuando se aplica dicho tratamiento a fin de evitar que el enfermo se arranque los tubos (respiratorios) y las sondas. La ex esposa de Maradona revelaba que cuando una jueza le impone el tratamiento contra la drogadicción, el ex futbolista lo hizo en un apartamento arriba del que utilizaban como vivienda con una enfermera y dos sicólogos, las 24 horas al día, pero que "Diego se cansó y volvió a recaer". "Las veces que él hizo el esfuerzo para dejarlo, la gente que estaba en ese mundo de la droga trató de impedirlo. Se dio el caso incluso de que en una ocasión se nos acercó un señor a saludarle que llevaba en la mano un sobrecito con cocaína. Diego se negó a estrecharle la mano".
En cuanto a sus primera estancia en Cuba (empezó en enero de 2000 después de su primera grave crisis de salud a causa de la drogadicción), Claudia Villafañe dice que fue a tratarse del corazón, del que se recuperó muy rápidamente. "En los meses posteriores, comprobé que la situación ya no era la misma, que había salidas, más libertad, por lo que decidí quedarme en Buenos Aires con las niñas", ha dicho. Acerca de cuándo comenzó Maradona a consumir droga, su ex esposa señalaba que fue en el traspaso del Barcelona al Nápoles. "Nunca lo hizo en los dos años que estuvo en el Barcelona. Lo que lamentó siempre es no haber podido darle más al Barcelona a causa de la hepatitis que sufrió y la grave lesión".
"Yo no sé si hay un momento justo en que descubro que consumía droga. Delante de mi, jamás consumió cocaína. Los momentos raros de su comportamiento los atribuía a las exigencias de la fama. Luego, cuando él lo hace público, echando la vista atrás, relacioné algunas cosas del pasado con la drogadicción. Nunca nos dijo a la familia que tenía un problema con las drogas". "Lo que más rabia me da es que él, que siempre dio todo por la familia -es un padre extraordinario- y los amigos, no pueda ahora disfrutar de la vida como se merece. Tiene un corazón gigante", añade.
Claudia Villafañe encuentra una explicación a lo ocurrido en que a Maradona "no pudo hacer vida de adolescente y luego no le enseñaron a asimilar la fama". "Él siempre me decía que le habían subido a la cima de la montaña (de la fama) y, una vez allí, nadie le dijo qué tenía que hacer", señalaba.