L D (EFE) Con respecto a los salarios, fijados por convenios colectivos que amparan al 80% de los trabajadores y que "a menudo no reflejan las condiciones de cada empresa", aboga porque se fomente la utilización de "cláusulas de salvaguarda" que permiten a empresas en dificultad no aplicar los convenios fijados por el sector. "En general, se trata de formular una agenda de reformas que faciliten la adaptación al cambio estructural y a la vez promuevan objetivos de empleo y sociales", concluye.
En los últimos diez años, España ha creado más de la cuarta parte de todo el empleo generado en la Unión Europea de los 15, pero sólo el 60 por ciento de las personas en edad de trabajar tienen un empleo, comparado con el 70% en países como Australia, Holanda, Dinamarca, Suecia, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, señala la OCDE, la proporción de personas que tienen un empleo es "especialmente baja entre los jóvenes, las mujeres y los trabajadores mayores".
En 2003, la tasa de desempleo en España estaba en un 11,3% -frente a una media del 7,1% en la OCDE- y, según las proyecciones de esta organización, bajará a un 10,9% este año y a un 10,2% en 2005, comparado con un 6,9 y 6,7% en promedio en la OCDE. La OCDE proyecta que el índice de crecimiento del empleo en España, que fue del 2,7% en 2003 (frente a un 2% en 2002), será del 2,8% tanto en 2004 como en 2005.
Con ello, España, Islandia y México son los tres únicos países de los 30 miembros de la organización en los que la tasa de crecimiento del empleo superará el 2% en 2005, indican las proyecciones. Para la organización, también se necesita en España una "mejora cualitativa" del empleo, ya que aproximadamente la tercera parte de los asalariados tienen un contrato temporal, pese a que muchos desearían una situación "más estable". Señala que, por otra parte, los que tienen un contrato permanente disfrutan de un "nivel elevado de protección legal con respecto al despido": las regulaciones sobre el despido así como otras disposiciones legales son "especialmente exigentes" en España.
Para la OCDE, "suavizar" la legislación laboral facilitaría la contratación permanente, lo que mejoraría "notablemente" las perspectivas de empleo de grupos con dificultad para acceder al mercado de trabajo como los jóvenes y las mujeres. Como semejantes reformas implicarían una "mayor inseguridad en el empleo y un riesgo de precariedad laboral", deben ir acompañadas de una reforma del funcionamiento del INEM para ayudar de forma "efectiva" a los que buscan trabajo y dar incentivos a las empresas que contratan a colectivos desfavorecidos.
Ello, según la OCDE, requiere una política de "obligaciones recíprocas": los beneficiarios de prestaciones por desempleo u otras reciben un "verdadero" apoyo en la búsqueda de trabajo por parte de personal "competente y motivado", pero deben buscar trabajo "de forma activa o mejorar sus calificaciones y empleabilidad". La combinación entre flexibilidad y seguridad, desarrollada por Dinamarca, muestra que este tipo de políticas es factible y da resultados, aunque implica un coste para el erario público: las medidas de apoyo al empleo representan prácticamente el 5% del PIB danés, indica.
En los últimos diez años, España ha creado más de la cuarta parte de todo el empleo generado en la Unión Europea de los 15, pero sólo el 60 por ciento de las personas en edad de trabajar tienen un empleo, comparado con el 70% en países como Australia, Holanda, Dinamarca, Suecia, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, señala la OCDE, la proporción de personas que tienen un empleo es "especialmente baja entre los jóvenes, las mujeres y los trabajadores mayores".
En 2003, la tasa de desempleo en España estaba en un 11,3% -frente a una media del 7,1% en la OCDE- y, según las proyecciones de esta organización, bajará a un 10,9% este año y a un 10,2% en 2005, comparado con un 6,9 y 6,7% en promedio en la OCDE. La OCDE proyecta que el índice de crecimiento del empleo en España, que fue del 2,7% en 2003 (frente a un 2% en 2002), será del 2,8% tanto en 2004 como en 2005.
Con ello, España, Islandia y México son los tres únicos países de los 30 miembros de la organización en los que la tasa de crecimiento del empleo superará el 2% en 2005, indican las proyecciones. Para la organización, también se necesita en España una "mejora cualitativa" del empleo, ya que aproximadamente la tercera parte de los asalariados tienen un contrato temporal, pese a que muchos desearían una situación "más estable". Señala que, por otra parte, los que tienen un contrato permanente disfrutan de un "nivel elevado de protección legal con respecto al despido": las regulaciones sobre el despido así como otras disposiciones legales son "especialmente exigentes" en España.
Para la OCDE, "suavizar" la legislación laboral facilitaría la contratación permanente, lo que mejoraría "notablemente" las perspectivas de empleo de grupos con dificultad para acceder al mercado de trabajo como los jóvenes y las mujeres. Como semejantes reformas implicarían una "mayor inseguridad en el empleo y un riesgo de precariedad laboral", deben ir acompañadas de una reforma del funcionamiento del INEM para ayudar de forma "efectiva" a los que buscan trabajo y dar incentivos a las empresas que contratan a colectivos desfavorecidos.
Ello, según la OCDE, requiere una política de "obligaciones recíprocas": los beneficiarios de prestaciones por desempleo u otras reciben un "verdadero" apoyo en la búsqueda de trabajo por parte de personal "competente y motivado", pero deben buscar trabajo "de forma activa o mejorar sus calificaciones y empleabilidad". La combinación entre flexibilidad y seguridad, desarrollada por Dinamarca, muestra que este tipo de políticas es factible y da resultados, aunque implica un coste para el erario público: las medidas de apoyo al empleo representan prácticamente el 5% del PIB danés, indica.