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Berlusconi no logra cerrar la crisis de Gobierno aunque soluciona algunas discrepancias

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, no ha podido cerrar la crisis abierta en la coalición de Gobierno tras la segunda reunión nocturna con sus socios este lunes, aunque ha logrado algunos avances entre las numerosas discrepancias de fondo.

L D (EFE) Otras tres horas y media de encuentro en la cumbre no han sido suficientes para limar las diferencias que separan a los aliados de la Casa de las Libertades y que conforme avanza el tiempo suscitan nuevas tensiones y dudas sobre su futuro. A la salida de la reunión, Alianza Nacional, el partido del vicepresidente Gianfranco Fini, se mostraba "moderadamente optimista", mientras que la Liga Norte se declaraba "más pesimista que ayer (por el domingo)".
 
Según fuentes gubernamentales, el principal avance en la reunión ha sido el acuerdo sobre la líneas maestras de los próximos Presupuestos Generales del Estado, que rondarían los 30.000 millones de euros e incluirían la prometida rebaja de impuestos. A falta de otras concreciones, todo parece indicar que Berlusconi acudirá el miércoles al Parlamento, como tenía previsto, con este consenso como principal argumento, mientras gana tiempo para tratar de solucionar las cuestiones pendientes.
 
Uno de esos asuntos aplazado es el nombramiento del sustituto del ministro de Economía Giulio Tremonti, por cuyo cese presionó, sobre todo, el vicepresidente del Ejecutivo y líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, y que ha centrado buena parte de las discusiones de este lunes. Según algunos de los participantes en la reunión, el propio Fini, propuesto por los democristianos de la UDC con la aquiescencia final de Berlusconi, ha renunciado a ese puesto que se revela clave dado el momento de dificultad por el que atraviesa la economía italiana.
 
Otro asunto que falta por cerrar es el de la reforma federal, de la que hace bandera política la Liga Norte y a la que pone muchos matices la UDC, que se ha convertido en el socio más díscolo de Berlusconi durante esta crisis. De hecho, los democristianos tienen planteado un ultimátum para que se admitan sus demandas, que incluyen la regulación del conflicto de intereses del primer ministro, con la amenaza de dejar el Gobierno, aunque le seguirían apoyando en el Parlamento. El líder de la UDC, Marco Follini, que el domingo mantuvo un duro enfrentamiento verbal con Berlusconi, según han relatado testigos presenciales, participó en el "cónclave" de esta noche, pero no en las reuniones bilaterales previas con el jefe del Ejecutivo.
 
Por el momento no se ha fijado fecha para seguir negociando, ya que Berlusconi viaja este martes a Londres para una cumbre con su homónimo, Tony Blair, y el miércoles comparece en el Parlamento. La crisis de la coalición gubernamental italiana tomó cuerpo con los malos resultados del partido del primer ministro, Forza Italia, en las recientes elecciones europeas, y de toda la coalición en los comicios locales que se celebraron paralelamente. 

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