L D (EFE) Para el equipo español no empezaron muy bien las cosas en el decisivo encuentro ante los turcos, pero lejos de dejarse atenazar por la presión supieron reaccionar rápidamente y terminaron desbordando a Turquía en todas las facetas del juego. El conjunto que en la capital aragonesa dirigió Txus Vidorreta disfrutó del baloncesto y con una complicidad inhabitual entre todos sus componentes conquistaron un título para el que, a priori, no partían como favoritos.
El combinado francés conquistó su primera medalla de bronce en esta categoría, aunque ya cuenta en sus vitrinas con dos oros y una plata, al derrotar en la final de consolación a Italia (74-68) en un partido en el que no transalpinos no supieron rehacerse de su mal comienzo de partido al ceder el primer cuarto por un claro (20-7). El equipo italiano fue casi siempre por detrás en el marcador y en el tercer cuarto incluso llegaron a ponerse por delante (53-52) pero su rival reaccionó y terminó imponiéndose, en un partido en el que el pívot francés fue el jugador más destacado con hizo doble figura con 24 puntos y 22 rebotes.
La quinta posición la ocupó la selección de Serbia-Montenegro al imponerse (85-81) a Rusia, dos equipos procedentes de las extintas Yugoslavia y Unión Soviética respectivamente, que fueron entre ambas se anotaron las trece primeras ediciones de esta categoría. El partido fue equilibrado pero con continuos altibajos por parte de ambos equipos y al final fueron balcánicos los que lograron la victoria con el pívot Dragan Labovic como mejor jugador del choque con 21 puntos y ocho rebotes.
El tinerfeño Sergio Rodríguez, además de formar parte del mejor quinteto del torneo junto a Carlos Suárez, también se llevó los trofeos de jugador más valioso y de mejor pasador. Junto a Rodríguez y Suárez, el quintento del torneo lo formaron Demirel (TUR), Petro (FRA) y Kurbanov (RUS), éste último también fue el máximo anotador y Andriuskivicius (LIT) el máximo reboteador.