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El fiscal pide 75 años de cárcel para el etarra que mató a dos guardias civiles en Huesca

En un juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, el fiscal ha pedido este miércoles 75 años de prisión para José Ignacio Guridi por el asesinato de dos guardias civiles en el atentado cometido por la banda terrorista ETA en Sallent de Gállego (Huesca) el 20 de agosto de 2000. Además, solicitó que el acusado indemnice a los padres de los agentes asesinados, Irene Fernández Perera y José Angel de Jesús Encinas con unos 300.500 euros.

L D (EFE) El fiscal destacó que durante el juicio ha quedado probada la participación de Guridi en el atentado cometido por los terroristas mediante la colocación de una bomba lapa en los bajos del coche patrulla de los agentes, así como su relación con el grupo Ttotto.

El representante de la Fiscalía explicó que el acusado en una declaración que prestó a la Ertzaintza el 27 de febrero de 2001 reconoció su participación en este atentado y en otros cuatro más: el asesinato al periodista José Luis López de la Calle, la colocación de un coche-bomba en las inmediaciones de un cuartel de guardia civil en Agreda (Soria) y la colocación de artefactos explosivos en la discoteca "Txitxarro" (Guipúzcoa) y en un centro de menores de Zumárraga.

Por su parte, el abogado de la acusación que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo expresó su deseo de que los hechos no se volvieran a desarrollar en la España de las libertades y comentó que el tribunal debía valorar la negativa del acusado a no declarar en el juicio ya que, "según el dicho castellano el que calla otorga".

El letrado de la acusación ejercida por el Ayuntamiento de Sallent de Gállego explicó que el fin de su participación en la vista era dar un empuje a los pueblos que sufren atentados ya que estos hechos dificultan la convivencia.

La abogada defensora del acusado afirmó que ella conoce personalmente a su patrocinado y aseguró que él nunca hubiese hecho ninguna declaración a no ser que estas se hubiesen realizado bajo algún tipo de amenazas, y renunció a efectuar informe ante el tribunal por deseo de su patrocinado.

Guridi hizo uso de su derecho a prestar la última declaración en el juicio y en euskera dijo que como ya había manifestado al inicio de la vista no iba a participar en este juicio porque, según mantuvo, en el mismo no se reconocen los derechos de los vascos.

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