(Libertad Digital) Según reconoció Martínez Millán en declaraciones a la Cadena COPE, es cierto que últimamente están llegando menos turistas extranjeros, que hay más plazas hoteleras libres y que se han reducido el número de noches que los turistas pasan en nuestro país (un 8,8 por ciento desde 1999), así como sus gastos, que han caído un 2,2 por ciento entre enero y junio.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que cada año hay más oferta (se han abierto muchos hoteles y hay más plazas consideradas no hoteleras), que Alemania (uno de nuestros principales mercados) está atravesando una fuerte crisis económica y que muchos mercados de otros países empujan con fuerza.
El presidente de la FEEAV considera que esto no significa que haya una crisis en el sector sino una necesidad de cambio y renovación. Según ha reconocido, en España nos hemos despreocupado y “dormido en los laureles”, pensando que ya estaba todo hecho y nadie podía hacernos sombra. Sin embargo, a su juicio, “hay que renovarse año tras año y adaptarse a los nuevos tiempos”, hay que “ser profesionales” y “mejorar la relación calidad precio” que es lo que busca el turista español y el extranjero, fundamentalmente de clase media.
Respecto a las espectaculares ofertas de viajes que hay actualmente en el mercado en pleno mes de agosto, Martínez Millán las achaca a que los grandes touroperadores “se han pasado de largo con la oferta” y han fletado aviones y barcos que ahora tienen que llenar para, al menos, conseguir cubrir costes. Por eso, según ha reconocido, este es un buen momento para aprovechar la situación y viajar a lugares exóticos a precios muy reducidos. A pesar de todo, sólo un 11 por ciento de los españoles deciden pasar sus vacaciones fuera de España.
Según informa este lunes el diario ABC, que cita a representantes de la asociación de empresas del sector, Exceltur, y de la patronal hotelera, CEHAT, el descenso de la llegada de turistas extranjeros, unido a la creciente competencia de otros destinos del Mediterráneo ha provocado que este verano esté siendo francamente malo para el turismo español, lo que le lleva a calificar la situación de “crisis”.