Valencia, Barcelona, Deportivo y Real Madrid comienzan la búsqueda del trono europeo

(Libertad Digital) Pocas veces una edición ha comenzado con tantos cambios de entrenadores y con tantos aspirantes, ambas situaciones propiciadas por la debacle de los grandes, la temporada pasada, y el ascenso del Oporto. Empieza un nuevo ciclo en el fútbol europeo, que no tendrá como protagonistas a técnicos como el alemán Ottmar Hitzfeld o el italiano Marcello Lippi, fundamentales en el último decenio.

 

Ni el actual campeón, el Oporto, ha podido conservar al entrenador que le llevó al título, José Mourinho, que prefirió un fichaje millonario por el Chelsea inglés. La salida de Mourinho, junto a algunos de los futbolistas fundamentales en la gran campaña del Oporto (Paulo Ferreira, Ricardo Carvalho o Deco) ha desvestido al campeón portugués de la condición de gran favorito. A ello han contribuido también las indecisiones de una directiva que fichó al italiano Luigi del Neri y le destituyó antes de que comenzase la temporada. La contratación del español Víctor Fernández y su buen ojo para aprovechar el cierre del mercado y fichar a jugadores como los brasileños Diego y Luis Fabiano han contribuido, a última hora, a elevar la moral de los dragones.

 

Los equipos españoles, favoritos en sus grupos

Tras el Oporto, no menos de una docena de candidatos considera que tiene argumentos para intentar el asalto al título. En España, Real Madrid, Barcelona, Valencia y Deportivo comienzan la fase de grupos como favoritos. El conjunto blanco busca su décimo título bajo la dirección de José Antonio Camacho, con el que espera tener más carácter y mayor seguridad defensiva que la pasada campaña. Para ello ha fichado al argentino Walter Samuel y a los ingleses Jonathan Woodgate y Michael Owen. El fichaje del ex delantero del Liverpool, pese a ser el cuarto Balón de Oro de la plantilla, no ha despertado excesivo entusiasmo y se ha convertido en suplente de lujo. Tampoco ha deslumbrado al comienzo de la temporada, pero en Europa acostumbra a mostrar su mejor cara.

Más euforia se percibe en el Barcelona, con una plantilla que trata de recuperar el juego vistoso del Dream Team que dirigió Johan Cruyff. Frank Rijkaard ha añadido al talento de Ronaldinho el del portugués Deco, el francés Ludovic Giuly y el camerunés Samuel Eto´o y la cuota goleadora del sueco Henrik Larsson. Sus dudas llegan desde el centro del campo. La marcha del holandés Edgar Davids y la lesión para medio año del brasileño Thiago Motta han abierto un agujero en la zona de recuperación del balón. El Valencia, cerrada la etapa de Rafa Benítez, se mantiene a la expectativa para ver cómo funciona la segunda etapa en el club de Claudio Ranieri, que ha "italianizado" el conjunto, mientras que el Deportivo apuesta por el mismo bloque, un año mayor, sin refuerzos y con alguna baja sensible (el marroquí Nourredin Naybet, fichado por el Tottenham Hotspur).

 

En Inglaterra, el Arsenal llega como el conjunto más espectacular del momento, invicto en 44 partidos de la Liga inglesa, pero sospechoso cuando abandona las islas, porque Arsene Wenger no ha podido trasladar al continente su exitosa fórmula. El Chelsea del magnate ruso Roman Abramovich ha apostado por Mourinho y se ha gastado 142 millones de euros para reclutar a los goleadores Didier Drogba y Mateja Kezman y los defensas Paulo Ferreira y Ricardo Carvalho. Ha perdido brillo el Manchester United, que parece estar al final de un ciclo; el de Alex Ferguson. No domina el fútbol inglés, falla en exceso en defensa y la llegada de Wayne Rooney, en el último momento y por 40 millones de euros, ha parecido un fichaje "político", para callar las críticas. A estos tres se une esta temporada el Liverpool de Rafael Benítez y los españoles Luis García, Xabi Alonso, Josemi y Antonio Núñez, que junto al goleador francés Djibril Cissé asumen la responsabilidad de devolver a los reds a lo más alto.