LD (EFE) La segunda revisión del Producto Interior Bruto (PIB) entre abril y junio se debió, en gran medida, a una disminución en el costo estimado de las importaciones, un aumento de la acumulación de inventarios y un incremento de las exportaciones.
El Departamento de Comercio ha informado de que en el segundo trimestre las ventas finales de productos de fabricación nacional aumentaron un 2,5 por ciento, esto es 4 décimas más que el cálculo preliminar. El índice de precios de compra de productos nacionales subió un 3,5 por ciento y el índice de precios en gastos de consumo personal –excluidos combustibles y alimentos– subió a un ritmo anual del 1,7 por ciento.
A pesar de que la economía estadounidense ha crecido más de lo esperado en el segundo trimestre del año, el incremento sigue siendo el más bajo de los últimos cinco trimestres. La economía creció a un ritmo del 4,5 por ciento en los tres primeros meses del año y ha crecido un 4,8 por ciento en los cuatro últimos trimestres hasta junio pasado.
El ritmo de crecimiento económico es importante para el Gobierno del presidente George Bush que, en cinco semanas, pondrá a juicio del electorado su afirmación de que la reducción de impuestos ha servido para estimular la economía de EEUU.
La llegada de Bush a la Casa Blanca en enero de 2001 coincidió con el comienzo de una recesión después de una década de prosperidad sin par en tiempos de paz. Luego, los ataques terroristas de septiembre de 2001 y las guerras en Irak y Afganistán han pesado en el desempeño económico.
El gobierno informará el 29 de octubre, pocos días antes de la elección, sobre el cálculo preliminar del crecimiento del PIB en el tercer trimestre. La mayoría de los economistas espera un ritmo de aproximadamente el 3,7 por ciento.