LD (EFE) Fuentes de la entidad explicaron que el beneficio neto atribuido, que ascendió a 523,34 millones de euros, y la mayor parte de los márgenes hubieran crecido más si el ejercicio pasado no se hubieran contabilizado unos ingresos extraordinarios por comisiones, que en este ejercicio ya no se contabilizan.
De hecho, los márgenes tuvieron crecimientos más discretos que los beneficios, ya que el de intermediación –diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos– creció un 3,6 por ciento, mientras que el ordinario –añade comisiones y operaciones financieras– mejoró un 2,7 por ciento, y el de explotación ascendió el 3,3 por ciento.
Desde la caja destacan que los crecimientos hubieran sido superiores sin tener en cuenta el efecto de las comisiones extraordinarias. De hecho, esta partida descendió un 1,6 por ciento hasta septiembre y, sin esa influencia, hubiera crecido un 19,2 por ciento. En todo caso, fuentes de la entidad admiten que el crecimiento de sus beneficios se debe, sobre todo, a la fortaleza de las hipotecas y reconocen que el próximo año se vivirá una desaceleración en el conjunto del sector, que no podrá mantener crecimientos superiores al 25 por ciento.
Preguntados sobre qué efecto tendrá este menor empuje en las cuentas de Caja Madrid, los responsables de la caja aseguran que dependerá de la evolución de los tipos de interés, ya que una eventual subida podría compensar la desaceleración, y recuerdan también que el negocio con empresas también tiene un gran dinamismo. De hecho, en los nueve primeros meses de este año, la financiación a la vivienda creció un 24,8 por ciento, mientras que el crédito a las empresas pequeñas y medianas aumentó un 17 por ciento.
También tuvieron gran aportación al crecimiento de los beneficios el buen comportamiento de los recursos gestionados de clientes, que crecieron el 15 por ciento, ayudados principalmente por el incremento del patrimonio en fondos de inversión, que aumentó un 15,3 por ciento.
De hecho, los márgenes tuvieron crecimientos más discretos que los beneficios, ya que el de intermediación –diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos– creció un 3,6 por ciento, mientras que el ordinario –añade comisiones y operaciones financieras– mejoró un 2,7 por ciento, y el de explotación ascendió el 3,3 por ciento.
Desde la caja destacan que los crecimientos hubieran sido superiores sin tener en cuenta el efecto de las comisiones extraordinarias. De hecho, esta partida descendió un 1,6 por ciento hasta septiembre y, sin esa influencia, hubiera crecido un 19,2 por ciento. En todo caso, fuentes de la entidad admiten que el crecimiento de sus beneficios se debe, sobre todo, a la fortaleza de las hipotecas y reconocen que el próximo año se vivirá una desaceleración en el conjunto del sector, que no podrá mantener crecimientos superiores al 25 por ciento.
Preguntados sobre qué efecto tendrá este menor empuje en las cuentas de Caja Madrid, los responsables de la caja aseguran que dependerá de la evolución de los tipos de interés, ya que una eventual subida podría compensar la desaceleración, y recuerdan también que el negocio con empresas también tiene un gran dinamismo. De hecho, en los nueve primeros meses de este año, la financiación a la vivienda creció un 24,8 por ciento, mientras que el crédito a las empresas pequeñas y medianas aumentó un 17 por ciento.
También tuvieron gran aportación al crecimiento de los beneficios el buen comportamiento de los recursos gestionados de clientes, que crecieron el 15 por ciento, ayudados principalmente por el incremento del patrimonio en fondos de inversión, que aumentó un 15,3 por ciento.