L D (EFE) Cuando sólo se llevaban disputados dos minutos de juego, Aimar remató de cabeza un balón en las proximidades del punto de penalti en el momento en el que Pablo Ibáñez, defensa del Atlético de Madrid, trataba de despejar el balón, por lo que impactó con mucha fuerza sobre el rostro del volante argentino. Fruto del golpe, Aimar permaneció durante cuatro minutos inmovilizado sobre el césped del campo de Mestalla y finalmente fue retirado en camilla hasta que, quince minutos después de la lesión, fue trasladado al centro hospitalario.
Aunque Aimar sufrió una pequeña fisura en la zona maxilar, ya este sábado por la noche se descartó la intervención quirúrgica y este sábado ha recibido el alta. Además del traumatismo facial, el futbolista del Valencia y de la selección argentina sufrió la pérdida de conciencia y el médico del Valencia, Jorge Candel, relató que cuando inició la atención médica sobre el terreno de juego el centrocampista no podía respirar.
El jugador, con una fuerte hinchazón en el labio superior, producto del golpe, a pesar de la lesión maxilar no tiene afectación alguna en los dientes. El futbolista del Valencia abandonó el centro hospitalario antes del mediodía de acompañado de su mujer, sonriente, y aunque no hizo declaraciones sí que realizó un gesto con la mano y con el pulgar hacia arriba a la prensa con el que quiso transmitir que se encontraba mucho mejor. A lo largo de la semana el jugador se someterá a distintas pruebas para comprobar la evolución la fisura en su mandíbula y determinar cuando vuelve a la actividad física normal.
Aunque Aimar sufrió una pequeña fisura en la zona maxilar, ya este sábado por la noche se descartó la intervención quirúrgica y este sábado ha recibido el alta. Además del traumatismo facial, el futbolista del Valencia y de la selección argentina sufrió la pérdida de conciencia y el médico del Valencia, Jorge Candel, relató que cuando inició la atención médica sobre el terreno de juego el centrocampista no podía respirar.
El jugador, con una fuerte hinchazón en el labio superior, producto del golpe, a pesar de la lesión maxilar no tiene afectación alguna en los dientes. El futbolista del Valencia abandonó el centro hospitalario antes del mediodía de acompañado de su mujer, sonriente, y aunque no hizo declaraciones sí que realizó un gesto con la mano y con el pulgar hacia arriba a la prensa con el que quiso transmitir que se encontraba mucho mejor. A lo largo de la semana el jugador se someterá a distintas pruebas para comprobar la evolución la fisura en su mandíbula y determinar cuando vuelve a la actividad física normal.