L D (Europa Press) Los ocho jóvenes, siete chicos y una chica, prestaron declaración como imputados por un presunto delito de inducción al suicidio desde las ocho y media de la mañana hasta las tres y media de la tarde en el Palacio de Justicia de San Sebastián. Los jóvenes acudieron acompañados por allegados, y declararon en presencia del fiscal y de los abogados de la defensa y la acusación particular, que representa a la familia del joven fallecido.
Según apuntaron las mismas fuentes, su testimonio no aportó "ninguna novedad" al que ofrecieron en su declaración ante la Ertzaintza. Explicaron que eran amigos pero que, a raíz de un episodio sucedido en verano en un campamento, le dieron "la espalda" y no le volvieron a ver hasta el comienzo del curso, los días 13, 14 y 15 de septiembre.
El fallecido y sus amigos fueron sorprendidos por un monitor fumando un 'porro', quien envío una carta a sus padres para informales de ello, aunque sólo los de Jokin la recibieron, ya que el resto la interceptaron antes. Los progenitores del joven fallecido dieron a conocer lo sucedido al resto de padres, por lo que sus compañeros desde entonces le calificaban de "chivato". En este sentido, los menores señalaron en su declaración que a la vuelta de las vacaciones le dieron alguna "colleja" y que le insultaron con expresiones como "cagón", pero señalaron que "participaron" de algo que hacía "la mayoría de su clase".