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Batasuna se adapta a los deseos de Ibarretxe en un documento sin cambiar su relación con ETA

Con ETA más debilitada que nunca y fuera de la política y de la ley, salvo el amparo de Atutxa en el Parlamento vasco, Batasuna ha celebrado un mítin en el velódromo de Anoeta para presentar un documento que secunda los argumentos de Ibarretxe. Como el lehendakari, exige un referéndum en el País Vasco. Ahora dice que va a utilizar "vías políticas y democráticas" aunque sigue sin desmarcarse de la banda terrorista. Acebes ya ha denunciado que se celebre un acto así, con total impunidad, cuando los jueces han reiterado que Batasuna es ETA.

Con ETA más debilitada que nunca y fuera de la política y de la ley, salvo el amparo de Atutxa en el Parlamento vasco, Batasuna ha celebrado un mítin en el velódromo de Anoeta para presentar un documento que secunda los argumentos de Ibarretxe. Como el lehendakari, exige un referéndum en el País Vasco. Ahora dice que va a utilizar "vías políticas y democráticas" aunque sigue sin desmarcarse de la banda terrorista. Acebes ya ha denunciado que se celebre un acto así, con total impunidad, cuando los jueces han reiterado que Batasuna es ETA.
L D (Agencias) El portavoz de la ilegalizada Batasuna presentó la propuesta-trampa de Batasuna, como ya la ha denominada Acebes, como "un proyecto de superación del conflicto" en el que "asume y emplaza" a admitir siete compromisos. La iniciativia con la que pretende volver a la legalidad es, en palabras de Otegi, un gesto de que la izquierda abertzale "mueve ficha". Las referencias y la escenografía sobre Arafat no han faltado. 

Esta iniciativa, denominada "Ahora el pueblo, ahora la paz", había levantado gran expectación en algunos ámbitos ante la posibilidad de que incluyera una solicitud para que ETA abandonara las armas. Tal y como sospechaban dirigentes como el popular Ángel Acebes o la socialista Gotzone Mora, no se ha producido. En el velódromo de Anoeta las críticas a la banda terrorista y al uso de la violencia han estado ausentes. 
 
Durante su intervención, Arnaldo Otegi se esforzó por dotar de credibilidad a esta propuesta que, según explicó, no es un "planteamiento táctico" a corto plazo para que se permita a Batasuna tomar parte en las próximas elecciones vascas, sino que responde al hecho de que la actual realidad política de Euskadi ha dado "la razón" a la izquierda abertzale.

Tras esta exposición, Otegi dijo que quienes intenten desactivar esta propuesta "se van a equivocar" y auguró que algunos intentarán "restarle importancia", por lo que demandó "altura de miras, cautela y responsabilidad".
 
Compromisos a la medida de Ibarretxe
 
El primero de ellos es "acudir a las raíces del conflicto" con el objetivo de "buscar una salida democrática". La formación ilegalizada recurre en el segundo compromiso a los argumentos de Ibarretxe y expone que todos los ciudadanos vascos "tienen derecho a ser consultados". Así, considera que "los estatus políticos actuales y de futuro necesitan del refrendo de la ciudadanía". En el tercer punto se compromete a respetar la voluntad de todos los ciudadanos vascos y a celebrar el referéndum "en condiciones pacíficas y democráticas", por lo que anuncia que "tomará las medidas necesarias".
 
El cuarto punto asegura que el acuerdo que surja de un proceso de diálogo tendrá en cuenta "tanto la historia como la actual realidad de Euskal Herria" y deberá contar con "la adhesión y el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco".
 
Ahora apuesta por hacer política
 
En quinto lugar garantiza que se dirimirán las diferencias durante el proceso "de forma pacífica y democrática". En el sexto punto Batasuna asume el compromiso de que la utilización de vías "exclusivamente políticas y democráticas permitirá la materialización sin límites ni restricción de todos los proyectos políticos".
 
Para concluir, el documento afirma que en el acuerdo se regularán y recogerán los derechos incluidos "tanto en la Carta de los Derechos Humanos como en los pactos por los derechos económico, civiles y de la ONU".
 
Parte de la existencia de un conflicto pero se niega a responsabilizar a ETA de la violencia. La única referencia es que propone un doble acuerdo: entre los "agentes de Euskal Herria", por un lado, y que debería "ser refrendado inevitablemente por la ciudadanía", y entre "ETA y los estados español y francés", por otro, en el que se trataría sobre la "desmilitarización del conflicto, los presos deportados, refugiados y víctimas" (sic).

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