L D (Europa Press) "No todas las relaciones entre los seres humanos pueden ser equiparables ni comparables, ni asimiladas al matrimonio: el matrimonio es una realidad con un perfil muy concreto, que es el que hace a los seres humanos ser capaces de realizar su vocación en plenitud y hace que la sociedad pueda acoger dignamente a los hijos", añadió. Dentro de la campaña, la CEE ha editado un díptico explicativo con el lema 'Hombre y mujer los creó' que repartirá en las diócesis para "ayudar a los católicos a gozarse en su vocación matrimonial, vivirla en plenitud y saber defenderla".
En este sentido, insistió en que no se puede emitir un juicio unívoco para toda la variedad de las denominadas formas de familia que, por otro lado, siempre ha habido en cierta manera. "Siempre ha habido parientes que conviven, hermanos, tíos y sobrinos, hermanos, amigos, gente que tiene unos objetivos comunes y que comparte la vida. Eso existe, la Iglesia lo conoce, hay distintas realidades en ese campo, muy distintas entre ellas a su vez, absolutamente distintas y cada una de ellas exigiría una apreciación y un juicio diverso", explicó. En cualquier caso, subrayó que una cosa "clara" es que 'familia' en el sentido estricto de la palabra es la que se basa en el matrimonio, la unión de un hombre y una mujer, en cuya igualdad y complementariedad radica la posibilidad de unas relaciones humanas plenas de filiación, de paternidad y maternidad.
Asimismo, aseguró que esta Jornada, que se celebra desde hace cuatro años, trata en esta ocasión de poner de relieve la base antropológica fundamental del matrimonio, que "radica en el ser criatura del ser humano en cuanto a hombre y en cuanto a mujer", en el cual radica la personalidad de la vida humana y la supervivencia biológica, espiritual y moral de la humanidad. "Y esto no es el matrimonio canónico, esto es todo matrimonio. Todo matrimonio que esté adecuado a la razón y a la naturaleza personal del ser humano tiene este elemento fundamental", sentenció. A pesar de reconocer que esta Jornada supone una condena implícita a las uniones gays y afirmar también que los hijos de parejas homoparentales tendrán más dificultades para adquirir su identidad y sexual, monseñor Martínez Camino aseguró que no va contra a nadie y manifestó su esperanza de que no aumente las tensiones con el Gobierno.
"No va contra nadie"
"No va contra nadie --precisó--. Si hay determinadas agendas legislativas o políticas que tienen que ver con esto es su problema. Y si hay determinadas agendas o propuestas políticas que contradicen el evangelio del matrimonio es su problema. Nosotros no queremos ir contra nadie, los obispos no queremos luchar contra nadie, quieren proponer el evangelio del matrimonio". Igualmente, aseguró la "voluntad explícita de la Iglesia a dialogar con el Gobierno, aunque reconoció que hay cosas que son innegociables, "Dialogar no significa claudicación, significa un entendimiento en todo a lo que razonablemente se puede llegar y en esto hay muchísimo campo", definió. Se refirió a los acuerdos Iglesia-Estado, como campo en el que se regula la libertad religiosa para los católicos en España, y expresó su deseo de que este diálogo se efectúe "por el bien de todos, no sólo de los católicos, sino por el bien de todos, de la paz social".
Por otro lado, negó toda vinculación con la supuesta manifestación que tendrá lugar el próximo día 18 de diciembre y de la que dijo haber tenido conocimiento a través de "móviles". "Es una convocatoria anónima, que no tiene nada que ver, por supuesto, con la Conferencia Episcopal, pero tampoco con ninguna organización católica", añadió.