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Toledo promete aplicar "mano dura" contra los ultranacionalistas que tomaron la comisaría en Perú

Tras haber terminado con la asonada comandada por el mayor retirado del Ejército Antauro Humala. 

Tras haber terminado con la asonada comandada por el mayor retirado del Ejército Antauro Humala. 

L D (EFE) El presidente de Perú, Alejandro Toledo, anunció este martes que su gobierno aplicará "mano dura" para castigar a los miembros del grupo ultranacionalista que se rindió tras haber tomado el sábado pasado la comisaría de la localidad sureña de Andahuaylas. Toledo, en un mensaje a la nación, llamó al grupo rebelde "fascista y terrorista" y agregó que "el Estado ubicará y detendrá a los dirigentes de esta organización" que aún están en libertad.

Tras felicitar a las fuerzas de seguridad por haber terminado con la asonada comandada por el mayor retirado del Ejército Antauro Humala, Toledo dijo que "vamos tras los pasos de los que aún están libres. El Perú está notificado, aquí encontrarán a un presidente respetuoso de los derechos humanos, pero con mano dura contra el terrorismo y el narcotráfico".

El mandatario del país andino afirmó que el grupo que dirigió Antauro Humala y mató a cuatro policías "es una organización paramilitar, fascista, terrorista de ideología fundamentalista que ejecuta acciones armadas y terroristas con el propósito de destruir el Estado de Derecho para reemplazarlo por una dictadura". El "Etnocacerismo", según Toledo, "es una organización vinculada a los objetivos y las acciones de los narcotraficantes y financiada por éstos". "Por esa razón propugnan el cultivo libre de la coca. También tiene como objetivos la insurrección, la purificación racial de las Fuerzas Armadas, la denuncia de los tratados internacionales, la eliminación física de los líderes políticos y sociales adversos, de los empresarios peruanos y extranjeros y la colectivización de la prensa", indicó.

El levantamiento armado del grupo rebelde en la localidad peruana de Andahuaylas terminó este martes con la rendición de los rebeldes que ocupaban una comisaría desde el 1 de enero y la liberación de sus rehenes. La rendición se produjo un día después de la captura del líder "etnocacerista", el mayor retirado del Ejército Antauro Humala, que fue trasladado a Lima para responder ante la justicia de la acción armada que costó la vida a cuatro policías y dos rebeldes.

Toledo destacó que, tras 78 horas, "el orden público y el imperio de la ley se han restablecido plenamente en Andahuaylas (a 832 kilómetros al sureste de Lima); respetando al máximo la vida. La democracia se ha defendido con prudencia y responsabilidad". Las familias de los cuatro policías asesinados que fueron ascendidos al grado inmediato superior tras morir en la asonada recibirán una vivienda, serán indemnizados y los hijos tendrán asegurada la educación, según el gobernante peruano que les calificó de "héroes de la democracia". Aseguró que su gobierno seguirá trabajando por sacar de la pobreza al departamento de Apurímac, donde se encuentra Andahuaylas, y que tras la asonada, "se ha detenido a más de 100 personas y se han decomisado 107 fusiles y distinto tipo de armas".

El Etnocacerismo fue fundado por Isaac Humala, padre del detenido, y toma su nombre del mariscal y ex presidente de Perú Andrés Avelino Cáceres, héroe de la guerra con Chile (1879-1883). El movimiento alienta la xenofobia contra Chile, Estados Unidos e Israel como parte de un discurso que también incorpora reivindicaciones indígenas y mitos incas.

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