L D (EFE) Sabah Kazem, portavoz del ministerio de Interior, detalló que Ali-Husein era responsable de los equipos de investigación policiales en "Ciudad al-Sader", el barrio bagdadí donde se concentran los seguidores del clérigo radical chií Muqtada al-Sader. Kazem explicó que "sufrió una emboscada cuando viajaba en su vehículo a través del distrito de Kamalyia, en el sureste de Bagdad".
Este es el segundo alto cargo del ministerio de Interior asesinado en Irak en las últimas 24 horas, después que el miércoles, otros terroristas tirotearan a otro responsable policial cerca de la localidad de Baquba, en pleno "triángulo suní". Los grupos terroristas que ensangrentan Irak ha intensificado en los últimos días sus acciones contra funcionarios del Gobierno interino y agentes de las Fuerzas de Seguridad iraquíes a los que acusan de "colaboracionistas".
El portavoz del ministerio de Interior reveló, asimismo, que ha sido hallado muerto en su domicilio de la capital Hadi Saleh, uno de los responsables del partido Comunista Iraquí y conocido líder sindical. La Policía encontró el cuerpo sin vida, atado de pies y manos, en un edificio de apartamentos ubicado en la céntrica calle Saadun, al que los terroristas habrían accedido a través del inutilizado tendido eléctrico.
Hallados 18 cadáveres de obreros chiíes
Por otro lado, la Policía iraquí halló cerca de la ciudad de Mosul los cuerpos sin vida de 18 jóvenes chiíes, asesinados, según las primeras informaciones, por un grupo de terroristas. El portavoz del Ministerio iraquí de Interior, Sabah Kazem, no quiso confirmar ni desmentir la noticia, y subrayó que se investiga la información, que sólo conocen por la prensa.
Según el relato difundido por la televisión Al-Arabiya, los jóvenes, identificados como obreros chiítas de entre catorce y veinte años, habrían sido asesinados hace un mes por terroristas que asaltaron el vehículo en el que viajaban cerca de Mosul. Cada cadáver, encontrados el miércoles, tenía las manos atadas a la espalda y un disparo en la cabeza, agregaron. También indicaron que los obreros habían sido contratados en el barrio bagdadí de Kazimiya para trabajar en una base militar estadounidense. En los últimos meses, han aparecido decenas de cuerpos sin vida de iraquíes en los alrededores de Mosul, todos ellos con señales de una muerte violenta.