LD (EFE) Los setenta rebeldes del movimiento Etnocacerista han sido trasladados desde Andahuaylas a Lima en dos aviones que aterrizaron en la base de la policía aérea, aledaña al aeropuerto internacional de la capital peruana. De esa forma se completa el traslado de todos los rebeldes desde Andahuaylas, ciudad situada a 832 kilómetros al sureste de Lima, pues este miércoles habían llegado otros 24 y el martes lo hizo su líder, el mayor retirado del Ejército Antauro Humala.
Los etnocaceristas llegados este jueves, que estaban esposados, serán interrogados en la sede de la Policía antiterrorista, al igual que está haciendo desde el martes Humala, quien el pasado uno de enero encabezó la toma de una comisaría en Andahuaylas para forzar la renuncia del presidente de Perú, Alejandro Toledo, al que el líder etnocacerista considera "incapacitado" para gobernar.
Los etnocaceristas detenidos pueden ser acusados por los mismos delitos que su jefe, que son rebelión, homicidio calificado, secuestro, terrorismo, lesiones graves, daños agravados a la propiedad pública y tenencia ilegal de armas. Las sanciones para esos delitos van entre diez años y cadena perpetua, según especialistas en derecho penal.