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El Papa denuncia que el laicismo que se está promoviendo en España restringe la libertad religiosa

El Papa denunció este lunes que en España se está difundiendo un laicismo y un indiferentismo religioso que está promoviendo un desprecio por la religión y que está llevando a la restricción de la libertad religiosa. Por otra parte, Trinidad Jiménez, responsable de Política Internacional del PSOE, ha  dicho este lunes que la actitud de la Iglesia "es una vuelta" a posiciones anteriores al Concilio Vaticano II.

El Papa denunció este lunes que en España se está difundiendo un laicismo y un indiferentismo religioso que está promoviendo un desprecio por la religión y que está llevando a la restricción de la libertad religiosa. Por otra parte, Trinidad Jiménez, responsable de Política Internacional del PSOE, ha  dicho este lunes que la actitud de la Iglesia "es una vuelta" a posiciones anteriores al Concilio Vaticano II.
L D (EFE) El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a un grupo de obispos españoles, encabezados por el cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, que se encuentran en el Vaticano en visita "ad limina", la que están obligados a realizar al Papa todos los prelados del mundo cada cinco años.

Juan Pablo II dijo también que no se pueden arrancar las raíces cristianas de España ni cercenar la libertad religiosa y que los padres tienen derecho a elegir la enseñanza religiosa para sus hijos en la escuela, que debe ser garantizada por el Estado. "En España se va difundiendo una mentalidad inspirada en el laicismo, ideología que lleva gradualmente de forma más o menos consciente a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso, relegando la fe a la esfera de lo privado y oponiéndose a su expresión pública", afirmó el Obispo de Roma en su discurso.

El Papa añadió que ese laicismo no forma parte de la tradición española más noble, "pues la impronta que la fe católica ha dejado en España es muy profunda para que se ceda a la tentación de silenciarla". Tras resaltar que España es un país de "profunda raigambre cristiana", subrayó de manera solemne que "esas vivas raíces cristianas no pueden arrancarse, sino que han de seguir nutriendo el crecimiento armónico de la sociedad".
 
"No se puede cercenar la libertad religiosa"

El anciano Pontífice añadió que un recto concepto de la libertad religiosa no es compatible con el laicismo, presentado muchas veces -dijo- como la única voz de la racionalidad. "No se puede cercenar la libertad religiosa", subrayó el Obispo de Roma, que denunció que las nuevas generaciones de españoles están creciendo influidas por el "indeferentismo religioso, la ignorancia de la tradición cristiana y expuestos a la tentación de una permisividad moral".

La juventud española -aseguró el Papa- tiene derecho desde el comienzo de su proceso de formación a ser educada en la fe. "La educación integral de los más jóvenes no puede prescindir de la enseñanza religiosa en la escuela, cuando lo pidan los padres, con una valoración académica acorde con su importancia. Los poderes públicos tienen el deber de garantizar ese derecho de los padres y asegurar las condiciones reales de su efectivo ejercicio, como está recogido en los Acuerdos Parciales entre España y la Santa Sede de 1979", manifestó Juan Pablo II.

La clase de religión en el sistema educativo español y la situación de los profesores de esta materia es uno de los temas "calientes" en las relaciones entre la Iglesia y el Estado español. No son los únicos. La Iglesia española también ha expresado su oposición al proyecto de ley de matrimonio entre homosexuales, a la ampliación de la ley del aborto y a nuevas normativas sobre bioética y experimentos con embriones, que forma parte del programa con el que el PSOE llegó al poder.

Juan Pablo II expresó su preocupación por esos temas, insistiendo en el respeto de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, la protección del matrimonio y de la familia, la educación de los hijos y la defensa del nombre de Dios y de la religión.
 
Plan Hidrológico Nacional
 
También tocó en su discurso temas sociales como el problema del agua, que dijo está llevando a la confrontación social por un recurso natural, "que es un bien común que no se puede despilfarrar ni olvidar el deber solidario de compartir su uso". "Las riquezas no pueden ser monopolio de quienes disponen de ellas, ni la desesperación o la aversión pueden justificar ciertas acciones incontroladas de quienes carecen de las mismas", afirmo el Papa.

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