El caso de Jansen, inculpado por Hoyzer ante la fiscalía, es especialmente sensible puesto que de comprobarse su participación, el escándalo se extendería a la primera división del fútbol alemán. Tras las acusaciones de Hoyzer se ha investigado cuidadosamente un partido dirigido por Jansen en el que el Kaiserslautern derrotó al Friburgo por 2-0 y en uno de los dos goles hubo una jugada polémica en la que no se sancionó una clara falta del delantero Carsten Jancker.
El ex entrenador del Bayer Leverkusen y del Hamburgo, Klaus Toppmoller, ha sugerido, en declaraciones que publica la revista Sport Bild, que ya en 2002 pudo haber manipulación en un partido dirigido por Jansen que pudo haberle costado el título de la temporada al equipo de las aspirinas. Toppmoller se refería concretamente al empate del Leverkusen ante el St.Pauli por 2-2 cuando el árbitro Jürgen Jansen sancionó un penalti discutido en contra del equipo de las aspirinas. Toppmoller ha sido uno de los damnificados del escándalo puesto que la eliminación del Hamburgo a manos del Paderborn en la Copa de Alemania, en un partido que Hoyzer aceptó haber manipulado, fue clave en su destitución como entrenador del equipo hanseático.