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NFL

Los Patriots se convierten en la primera dinastía del Siglo XXI

El deporte del fútbol americano ya tiene a los New England Patriots como la primera dinastía del Siglo XXI después de conseguir su tercer título de Super Bowl en las últimas cuatro temporadas. Los Patriots cumplieron con todos los pronósticos y en otro partido de final dramático y emocionante, como han sido los tres en los que han ganado el título, se impusieron por 24-21 a los Filadelfia Eagles.

L D (EFE) Una vez más quedó demostrado en el "Alltel Stadium" de Jacksonville, ante más de 78.000 espectadores, que los grandes equipos no son siempre los que mejor juegan sino los que saben hacer las cosas para conseguir los triunfos.
 
Con esa filosofía de equipo, los Patriots, dirigidos en el campo por el mariscal Tom Brady y entrenados por Bill Belichick, entraron a formar parte de las grandes dinastías de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) como fueron en su momento, los Packers, Steelers, 49ers y Cowboys. Los Patriots se convirtieron en el segundo equipo en la historia de la NFL que logra tres campeonatos en un período de cuatro años, algo que sólo habían conseguido hasta ahora los Dallas Cowboys, las temporadas de 1992, 1994 y 1995, con el mariscal Troy Aikman y el entrenador Jimmy Johnson. "No se si somos o no una dinastía, de lo que no tengo ninguna duda es que formamos un equipo que lo damos todo en el campo desde el comienzo de cada temporada", declaró Belichick. "El triunfo se lo merecieron todos los jugadores".
 
La victoria de los Patriots fue igual de estrecha como sus dos anteriores conquistas, con un margen de escasos tres puntos. Pero esta vez, los Patriots, que se quedaron con el noveno triunfo consecutivo en la fase final, tuvieron al recibidor Deion Branch al factor sorpresa, que iba a desequilibrar con sus acciones la solidez de la defensa de los Eagles. Branch, que fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP), con 11 balones atrapados, igualó la mejor marca de todos los tiempos en poder de los legendarios Dan Ross y Jerry Rice y Dan Ross.
 
Brady, que se entendió perfectamente con Branch, dirigió con seguridad el ataque de los Patriots y Rodney Harrison capitaneó una asfixiante defensa, que también impidió que jugadores como el recibidor estrella Terrell Owens pudiese hacerles daño. El mariscal estrella de los Patriots no brilló como en las ediciones del 2002 y 2004, cuando fue nombrado MVP, pero completó los pases que su equipo necesitó en los momentos oportunos y al final acertó con 23 de 33 intentos para 236 yardas y dos "touchdowns", sin que le interceptasen el balón.
 
Por si lo anterior no hubiese sido suficiente, el pateador Adam Vinatieri, el héroe y salvador de varios partidos decisivos para los Patriots, también estableció la diferencia con un gol de campo desde 22 yardas que ejecutó a la perfección con 8:40 minutos para el final del partido y que dejó a su equipo con la ventaja parcial de 24-14. "Adam volvió a hacer su trabajo a la perfección y respondió como siempre lo ha hecho, sin fallar en los momentos decisivos y que más lo necesita el equipo", comentó Belichick.
 
Los Patriots y los Eagles no realizaron un partido brillante, solo en la segunda parte las acciones tuvieron emoción y más calidad, después del empate a 7-7 en el marcador con el que se fueron al descanso. Inclusive por primera vez en la historia del Super Bowl, el tercer periodo concluyó con un empate, en este caso a 14-14. "Creo que ambos equipos pudimos haber ganado en partido en el cuarto periodo, pero los Patriots acertaron con las jugadas decisivas y nosotros no", comentó Andy Reid, el entrenador de los Eagles.
 
Los Eagles, con 1:49 para finalizar el partido, amenazaron con una remontada después de anotar su tercer "touchdown" del partido, pero luego con 46 segundos no pudieron superar la yarda número cuatro y ahí se acabaron sus aspiraciones de conseguir el título en la segunda participación que han tenido en un Super Bowl, primera desde la temporada de 1981. "Lo dimos todo en el campo, pero las jugadas decisivas siempre cayeron de su lado", comentó el mariscal de campo Donovan McNabb, que se convirtió en el tercer afroamericano, que en esa posición disputa un Super Bowl. El primero fue Doug Williams (1987) con los Washington Redkins y el segundo Steve McNair, con los Tennessee Titans. McNabb, que permitió que le interceptasen do balones, el último al defensor Harrison, otro jugador clave para los Patriots, reconoció que era difícil asimilar la derrota, pero tenían que pensar positivo en el hecho de haber llegado al Super Bowl.
 
Los Patriots lo derribaron cuatro veces, haciendo lucir mal en los momentos decisivos para al final completar 30 de 51 pases con 357 yardas y dos "touchdowns", pero le interceptaron tres balones. Owens, la estrella de los recibidores de los Eagles, cumplió con su palabra de ser titular en el Super Bowl, desafiando a su médico al jugar apenas seis semanas y media después de haberse sometido a un operación en el tobillo derecho. Pero su nueve pases atrapados y 122 yardas avanzadas por aire no fueron suficientes para evitar que los Patriots cumpliesen los pronósticos y se consolidasen como la actual dinastía de la NFL y la primera del Siglo XXI.
 
 

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