L D (EFE) Tras las peticiones de dimisión que han efectuado responsables de CiU y del PPC por su "voluntad desmedida de censura" a raíz de la aparición de un documento sobre la cobertura informativa de los hechos del Carmelo, Marín ha defendido su actuación y sólo ha admitido un error en el redactado de una nota de la Generalidad que "podía dar a entender que decidiría cuándo un hecho podía ser noticioso".
El secretario de Comunicación ha expuesto que "se pide mi dimisión atribuyéndome la autoría de un documento que, de hecho, era un borrador, y que no era del Gobierno, sino del Colegio de Periodistas de Cataluña, lo que resulta un malentendido un poco curioso, pero la verdad es que se ha producido de esta manera". Marín ha explicado que, a raíz de la aparición de un segundo socavón en el Carmelo, y "ante la dificultad de encontrar un punto de equilibrio entre la seguridad de las personas, la privacidad de los afectados y el derecho a la información", se consideró que debía llegarse a un consenso entre las administraciones y los periodistas.
"A instancias del propio Colegio de Periodistas, se convocó una reunión el viernes día 4 y en ella se plantea un documento o protocolo que el Colegio tiene que elaborar y perfilar después de hablar con los profesionales", ha recordado Marín. "Justamente -continúa-, ayer al mediodía, en una reunión entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Colegio de Periodistas, se pudo establecer un consenso sobre lo que finalmente se ha llamado "criterios y recomendaciones para trabajar en la zona afectada".
Marín ha dicho que, antes de la aparición de este documento, y ante el creciente malestar de los medios, el pasado martes se intentó facilitar el acceso a la zona mediante 'pools' informativos establecidos de forma rotatoria, "pero a la hora de la verdad fue imposible poner de acuerdo a los medios sobre el orden de entrada". "A la vista de esta dificultad extrema, que generó tensiones entre los medios de comunicación, decidimos que el sistema más objetivo de organizar este 'pool' sería que fueran las agencias las que pudieran entrar", ha agregado Marín. "Hasta aquí creo que todo es correctísimo porque (ese método) no sólo no es restrictivo, sino que es una iniciativa para facilitar la tarea de los periodistas", ha afirmado.
El problema, según Marín, fue que "cuando esto lo ponemos por escrito, no acertamos en la redacción y, aunque literalmente no se dice, sí que se puede interpretar que es el Govern el que decidirá cuándo habrá hechos noticiosos, lo que, aparte de ser una idea absurda, es absolutamente inadecuado y no tiene ningún sentido". "El Gobierno de la Generalitat nunca puede determinar cuándo un hecho es noticia, lo que corresponde determinar a los medios informativos", ha subrayado el secretario de Comunicación.
El secretario de Comunicación ha expuesto que "se pide mi dimisión atribuyéndome la autoría de un documento que, de hecho, era un borrador, y que no era del Gobierno, sino del Colegio de Periodistas de Cataluña, lo que resulta un malentendido un poco curioso, pero la verdad es que se ha producido de esta manera". Marín ha explicado que, a raíz de la aparición de un segundo socavón en el Carmelo, y "ante la dificultad de encontrar un punto de equilibrio entre la seguridad de las personas, la privacidad de los afectados y el derecho a la información", se consideró que debía llegarse a un consenso entre las administraciones y los periodistas.
"A instancias del propio Colegio de Periodistas, se convocó una reunión el viernes día 4 y en ella se plantea un documento o protocolo que el Colegio tiene que elaborar y perfilar después de hablar con los profesionales", ha recordado Marín. "Justamente -continúa-, ayer al mediodía, en una reunión entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Colegio de Periodistas, se pudo establecer un consenso sobre lo que finalmente se ha llamado "criterios y recomendaciones para trabajar en la zona afectada".
Marín ha dicho que, antes de la aparición de este documento, y ante el creciente malestar de los medios, el pasado martes se intentó facilitar el acceso a la zona mediante 'pools' informativos establecidos de forma rotatoria, "pero a la hora de la verdad fue imposible poner de acuerdo a los medios sobre el orden de entrada". "A la vista de esta dificultad extrema, que generó tensiones entre los medios de comunicación, decidimos que el sistema más objetivo de organizar este 'pool' sería que fueran las agencias las que pudieran entrar", ha agregado Marín. "Hasta aquí creo que todo es correctísimo porque (ese método) no sólo no es restrictivo, sino que es una iniciativa para facilitar la tarea de los periodistas", ha afirmado.
El problema, según Marín, fue que "cuando esto lo ponemos por escrito, no acertamos en la redacción y, aunque literalmente no se dice, sí que se puede interpretar que es el Govern el que decidirá cuándo habrá hechos noticiosos, lo que, aparte de ser una idea absurda, es absolutamente inadecuado y no tiene ningún sentido". "El Gobierno de la Generalitat nunca puede determinar cuándo un hecho es noticia, lo que corresponde determinar a los medios informativos", ha subrayado el secretario de Comunicación.