LD (EFE) En declaraciones al periódico Nezavisne novine de Banja Luka, al noroeste de Sarajevo, Ljiljana Zelen-Karadzic, ha dicho que "deseamos que todo sea como Radovan decide y yo creo que él nunca se entregaría. Nadie de la familia puede decidir y decirle que se vaya a La Haya (sede del TPIY). Sólo él puede decidir si quiere o no quiere ir".
El ministro del Interior serbobosnio, Darko Matijasevic, informó la semana pasada de que las autoridades contactan regularmente con la familia de Karadzic con el objetivo de conseguir su entrega voluntaria. Ljiljana Zelen-Karadzic confirmó que los agentes de policía intensificaron los contactos con la familia del prófugo ex líder político serbobosnio y que los visitan ahora una vez a la semana en vez de una al mes, como solían hacer antes.
La esposa del criminal aseguró que desde hace años no ha tenido contactos con Karadzic y que antes tenía varias veces al año siempre a iniciativa de éste. También negó algunas afirmaciones de que Karadzic se había enriquecido enormemente durante la guerra y aseguró que su familia vive "modestamente, como la mayoría de las familias en la República Serbia (de Bosnia), unos de sus sueldos, otros de las pensiones".