LD (EFE) En el estudio se asegura que el empuje de la economía española no sufrirá grandes cambios en 2005, aunque se producirá una reordenación de los factores que impulsan el crecimiento, "con un mayor protagonismo de la inversión productiva frente a la pérdida de dinamismo de la construcción".
Estas previsiones ponen de manifiesto, a juicio de los responsables del estudio, los efectos negativos sobre la actividad económica en la UE originados tanto por la apreciación del euro frente al dólar como por el encarecimiento de los precios del petróleo.
Estas previsiones ponen de manifiesto, a juicio de los responsables del estudio, los efectos negativos sobre la actividad económica en la UE originados tanto por la apreciación del euro frente al dólar como por el encarecimiento de los precios del petróleo.
El crecimiento de la demanda en 2005 tendrá unas bases fundamentalmente internas , ya que el sector exterior continuará inyectando crecimiento (alrededor de los 0,9 puntos porcentuales de PIB) como resultado de un incremento de las ventas de bienes y servicios al exterior del 3,7 por ciento, inferior al aumento que se prevé de las importaciones (5,8 por ciento).
La demanda interna acabará creciendo un 3,4 por ciento de la mano del consumo privado (que avanzará a una tasa similar del 3,4 por ciento), del público (del 4 por ciento, ligeramente por debajo del 4,2 por ciento de 2003), de la inversión productiva (3,4 por ciento) y, en menor medida, del sector de la construcción (2,8 por ciento).
La fortaleza del mercado de trabajo continuará sosteniendo la progresión del consumo en la medida en que la suave moderación de la construcción tendrá un impacto positivo sobre la creación de puestos de trabajo.