LD (EFE) Los incidentes se desarrollaron durante una hora y media en las calles adyacentes a la factoría, en el barrio de El Natahoyo. Los manifestantes provocaron daños en las obras del balneario de Poniente, en la fachada de un edificio, en un automóvil y en un vehículo policial.
Además, tres efectivos del cuerpo antidisturbios y tres obreros sufrieron lesiones de distinta consideración, aunque ninguna de ellas de carácter grave, según fuentes sindicales y del Cuerpo Nacional de Policía.
Media hora después de finalizados los enfrentamientos, dos jóvenes fueron detenidos a 500 metros del astillero al ser identificados por la Policía como parte de este grupo de trabajadores descontrolados que protagonizaron los enfrentamientos.
Un vehículo blindado del Cuerpo de Intervención de la Policía resultó con los cristales rotos por el impacto de una bola de acero de rodamientos lanzada con un tirachinas. El cristal trasero de otro vehículo que estaba aparcado frente al astillero estalló al recibir el golpe de un bote de humo y la mampostería de un edificio sufrió daños por explosiones de voladores.
Los enfrentamientos se extendieron hacia la zona oeste de la ciudad, donde se produjo el incendio de una caseta de las obras de construcción del Balneario de Poniente, considerado por los sindicatos como un símbolo de la presión urbanística que agudiza la crisis del sector. Los trabajadores lanzaron piedras y tornillería contra las posiciones ocupadas por efectivos de la Policía que respondieron con disparos de pelotas de goma y botes de humo.
Naval Gijón tiene a la mayor parte de los trabajadores en regulación de empleo hasta el 1 de abril próximo a la espera de que llegue el casco de un quimiquero que construye una empresa subcontratada en Ucrania. Los sindicatos temen que este sea el último barco que salga del astillero gijonés al carecer de nuevos contratos a corto y medio plazo.
Además, tres efectivos del cuerpo antidisturbios y tres obreros sufrieron lesiones de distinta consideración, aunque ninguna de ellas de carácter grave, según fuentes sindicales y del Cuerpo Nacional de Policía.
Media hora después de finalizados los enfrentamientos, dos jóvenes fueron detenidos a 500 metros del astillero al ser identificados por la Policía como parte de este grupo de trabajadores descontrolados que protagonizaron los enfrentamientos.
Un vehículo blindado del Cuerpo de Intervención de la Policía resultó con los cristales rotos por el impacto de una bola de acero de rodamientos lanzada con un tirachinas. El cristal trasero de otro vehículo que estaba aparcado frente al astillero estalló al recibir el golpe de un bote de humo y la mampostería de un edificio sufrió daños por explosiones de voladores.
Los enfrentamientos se extendieron hacia la zona oeste de la ciudad, donde se produjo el incendio de una caseta de las obras de construcción del Balneario de Poniente, considerado por los sindicatos como un símbolo de la presión urbanística que agudiza la crisis del sector. Los trabajadores lanzaron piedras y tornillería contra las posiciones ocupadas por efectivos de la Policía que respondieron con disparos de pelotas de goma y botes de humo.
Naval Gijón tiene a la mayor parte de los trabajadores en regulación de empleo hasta el 1 de abril próximo a la espera de que llegue el casco de un quimiquero que construye una empresa subcontratada en Ucrania. Los sindicatos temen que este sea el último barco que salga del astillero gijonés al carecer de nuevos contratos a corto y medio plazo.