L D (Europa Press) El primer secretario del PSC, José Montilla, dijo este lunes que la crisis política de Cataluña está cerrada y que "ahora es el momento" de impulsar medidas de gobierno y reformas sociales desde la Generalidad.
En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva del PSC, Montilla criticó que se intentara "magnificar un incidente parlamentario" con la presentación de una moción de censura y una querella –ambas retiradas por PP y CiU respectivamente– y se congratuló por el "restablecimiento" del clima político, necesario para impulsar la reforma del Estatuto y la financiación.
Montilla dijo estar "indignado" por los intentos de presentar a Cataluña como un nido de corruptelas y sostuvo que "no hay un alto nivel de corrupción ni mucho menos complicidad entre los partidos para ocultarla". Según el también ministro de Industria, tras los enfrentamientos políticos de estos días, además de evidenciarse que el PP "no puede ser alternativa", lo que "preocupa" a los socialistas es "la no aceptación de la figura del presidente de la Generalitat" por parte de CiU, lo que demuestra un "nulo respeto por las instituciones".
Los escaños de Montilla y Duran, separados por centímetros
El dirigente socialista acusó a CiU de haber caído en el "victimismo desde el Gobierno" y "querer continuar haciendo lo mismo desde la oposición" al querellarse contra Maragall. Montilla recomendó a CiU que "para recuperar la iniciativa política presente alternativas y no se instale en la queja".
Al margen de enfrentamientos, Montilla admitió que tras una crisis así "todos recibimos" y las valoraciones tanto del presidente de la Generalidad y el Gobierno, como de la oposición, "se resienten". Aún así, apuntó que la última encuesta publicada otorga peor resultado a CiU que al PSC, por lo que concluyó que "todos perdemos credibilidad pero la oposición sale más tocada que el Gobierno" de esta crisis.
Eso sí, Montilla consideró "obvio" que CiU y PSC mantuvieran contactos durante la crisis para reconducir la situación y "rebajar la tensión", más aún cuando su escaño en el Congreso y el del secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, están a "centímetros" de distancia. Según Montilla, aunque el foro del Congreso posibilitó estas conversaciones, en la política catalana "pese a incidentes, diferencias y confrontaciones, no hemos perdido ni perderemos la capacidad de hablar con todo el mundo".