LD (EFE) El embajador de España en Filipinas, Ignacio Sagaz, ha señalado que "todavía es muy pronto para que la Policía tenga pistas sobre quien" puede ser el responsable de haber colocado en la entrada de la sede diplomática una caja de zapatos con explosivos. Sin embargo, dijo que las fuerzas de seguridad locales no le ha dado excesiva importancia al incidente y expresó su opinión de que "se trata de un hecho aislado".
El explosivo fue encontrado en una caja de zapatos junto a la entrada de la legación en la avenida Buendia, en pleno barrio financiero de Manila, a las ocho y media de la noche, hora local del sábado, y con él había un teléfono móvil supuestamente para hacerlo explosionar. Una fuente de la Policía de Makati -el barrio donde se encuentra la Embajada- dijo que el artefacto carecía de detonador, y el sargento Quilala, de las fuerzas especiales de la Policía aseguró que en la caja no había más que "una pieza pirotécnica".
No obstante, y como medida lógica de precaución, se ha reforzado la seguridad en la sede diplomática, que ocupa la quinta planta de un edificio. La embajada de España en Manila cuenta con tres tipos de seguridad: "marines" del Ejército filipino, seguridad del edificio donde está la legación y agentes privados contratados por ésta.
El cónsul español, Emilio de Miguel, dijo que, mientras se aclaran las cosas, en los próximos dos días tras las fiestas de Semana Santa, el consulado va a suspender la recepción de sobres de visados para evitar grandes concentraciones de personas en la puerta de la sede diplomática. "En cualquier caso teníamos pensado introducir a partir del primero de abril un sistema de citas telefónicas para los peticionarios de visado español, para evitar que se formen aglomeraciones abajo", señaló el diplomático.