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Akáyev dimite como presidente en Moscú y aclara el camino por la sucesión en Kirguizistán

El presidente de Kirguizistán, Askar Akáyev, apartado del poder por una revuelta popular el pasado 24 de marzo y refugiado en Rusia, ha presentado formalmente su dimisión en una ceremonia celebrada en la embajada kirguís en Moscú. De esta forma se vuelve a la normalidad institucional, pero el nuevo Gobierno ha declarado que no puede garantizar su seguridad si vuelve al país. Además, con dimisión o no, las elecciones están previstas para el 26 de junio.

El presidente de Kirguizistán, Askar Akáyev, apartado del poder por una revuelta popular el pasado 24 de marzo y refugiado en Rusia, ha presentado formalmente su dimisión en una ceremonia celebrada en la embajada kirguís en Moscú. De esta forma se vuelve a la normalidad institucional, pero el nuevo Gobierno ha declarado que no puede garantizar su seguridad si vuelve al país. Además, con dimisión o no, las elecciones están previstas para el 26 de junio.
L D (Agencias) La renuncia de Akáyev, que devuelve a la senda institucional la crisis política en Kirguizistán, fue acordada la víspera en una reunión del ahora ex jefe de Estado kirguís con una delegación encabezada por Omurbek Tekebáyev, presidente del Parlamento de ese país centroasiático, informa Efe.
 
El diputado kirguís Sadik Dhzaparov, integrante de la delegación parlamentaria que llegó la capital rusa a negociar la dimisión del presidente kirguiz dijo: "Askar Akáyev acaba de firmar su renuncia a partir del 5 de abril". Como quedó estipulado en un protocolo de cuatro puntos suscrito este domingo, a cambio de la dimisión de Akáyev, el Parlamento kirguís se comprometió a cumplir de manera incondicional la ley y los artículos de la Constitución referentes a las garantías al presidente.

Además de aceptar la dimisión de Akáyev, el Parlamento deberá anunciar la fecha de las elecciones presidenciales anticipadas. El protocolo previo a renuncia de Akáyev consignó también el "respeto de las partes a las garantías internacionales" del acuerdo, del que actúan como garantes Rusia y Kazajistán.
 
Según la Constitución kirguís, el presidente debe presentar su renuncia ante el Parlamento, pero el nuevo Gobierno ya declaró que no puede garantizar la seguridad personal del depuesto mandatario en caso de que vuelva al país. Pero se agregó de todas formas que "la convocatoria de las elecciones presidenciales para el 26 de junio sigue legal, y los comicios se celebrarán en cualquier caso, independientemente de si Akáyev presenta su dimisión o no".

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