L D (EFE) En la primera semifinal, el mejor Ferrero venció al ruso Nikolay Davidenko por 7-6 y 6-1. Su juego fue contundente y sin fisuras, a pesar de que su rival estuvo a un gran nivel, especialmente en el resto, donde puso en muchos apuros al español. La paciencia de Davydenko se vino abajo cuando comprobó que en la segunda manga, Ferrero todavía estaba a un nivel superior. El de Onteniente rompió en el segundo juego y se puso 3-0. Al final, ganó por 6-1 y volverá a jugar una final de un torneo ATP catorce meses después de la última. Ferrero ya ha dejado el mal fario que le persiguió en forma de lesiones y problemas físicos durante todo el año pasado. Además, su tenis ha ido mejorando día a día sobre la arcilla de Barcelona y cada vez se asemeja más al gran jugador que ocupó la cúspide mundial.
El partido de este domingo será una magnífica oportunidad en lo que ya se ha venido a definir como "una batalla generacional". Ferrero, de 25 años, no lo ve así y considera que si cuando se midió a Moyá en la final de 2001 no se habló sobre esto, ahora tampoco tiene sentido hacerlo, a pesar de que se medirá a un rival que en junio próximo cumplirá 19 años. El tenis que ha mostrado Nadal en Barcelona es de alto voltaje. El mallorquín está pasando por el torneo barcelonés como una exhalación, no ha cedido ni una vez su saque en los cuatro partidos que ha disputado.
En el partido contra el checo Radek Spetanek, Nadal fue a lo suyo ante un rival que lo fió todo a su servicio y parecía apurar todas sus opciones en los hipotéticos desempates. Todo apuntaba a ello con 5-5 en el marcador, pero el mallorquín volvió a estar superior y levantó de sus asientos en múltiples ocasiones a los más de 6.000 espectadores que se dieron cita en la pista central del RCT Barcelona. Con un punto de mira todavía más afinado para colocar 'passings' sobre el juego ofensivo del rival, Nadal cimentó su triunfo con una rotura en el quinto, otra más en el séptimo y decidió con su saque en el octavo.
Nadal jugará su quinta final de la temporada. Viene de ganar en Costa de Sauipe (Alberto Martín), Acapulco (Albert Montañés) y Montecarlo (Guillermo Coria) y de perder la final en Miami (Roger Federer). Sus números le dan como favorito en la final del Godó, porque el de Manacor ya tiene tres títulos esta temporada, acumula 24 victorias en 26 encuentros sobre tierra (34-6 en total) y el lunes será el mejor español en el sistema de entradas de la ATP, pero su problema es que el gran Ferrero ha vuelto.