L D (EFE) Nadal disputó un partido durísimo y muy complicado, en el que Stepanek jugó con gran inteligencia e intentó no dar ritmo al español, al que intentaba romper con dejadas. El jugador checo intentó poner en práctica su efectiva volea, un golpe excelente y con el que martilleó inicialmente a un Nadal poco atinado en el resto. Estaba claro que Nadal, al que en el primer set el servicio no le entraba (los primeros saques estuvieron por debajo de los 170 km/h y los segundos por debajo de los 130 km/h), debía tener mucha paciencia para esperar su momento, para que bajará la efectividad del servicio de Stepanek y también para encontrar sus golpes.
Y llegó en el séptimo juego, cuando rompió el saque de Stepanek, quien ahí aflojó su saque. Con 5-3 a su favor, Nadal estuvo a dos bolas de set, al igual que con 5-4, pero cometió errores poco frecuentes en él y cedió con su servicio el décimo juego y, luego, el duodécimo. Así, Stepanek, quien peinó varias líneas, se adjudicó el set, por 7-5, tras una hora de juego. Era el primer set que perdía Nadal en la tres confrontaciones ante Stepanek y, además, el primero en este torneo, donde en los tres anteriores encuentros había cedido sólo ocho juegos.
El segundo set fue otra historia bien distinta: volvió el Nadal arrollador y más concentrado, restó mejor el servicio de Stepanek, al que raramente permitió poner en juego su temida volea, le pasó en las subidas y se adjudicó rápidamente la manga por un contundente 6-1. El primer punto del tercer juego fue el mejor del torneo, con varias dejadas por parte de Stepanek y un último golpe de espaldas de Nadal, que el público premió con casi un minuto de aplausos.
En la tercera manga Nadal se mostró dominador y mantuvo su gran talento sobre la pista. Y todo ello, pese a que su rival mejoró su juego en relación al set precedente, pero el español se fue en el marcador con un 4-1. Nadal estaba ya lanzado hacía su decimoquinta victoria consecutiva, hacía su vigésimo noveno triunfo en los treinta y un encuentros que ha jugado esta campaña sobre tierra batida, hacía su primera semifinal en Roma. Y lo certificó con dos nuevos juegos donde evidenció su gran maestría para llevarse un partido que se le puso muy complicado y en el que demostró que además de sus virtudes tenísticas posee una gran inteligencia sobre la pista.
Y llegó en el séptimo juego, cuando rompió el saque de Stepanek, quien ahí aflojó su saque. Con 5-3 a su favor, Nadal estuvo a dos bolas de set, al igual que con 5-4, pero cometió errores poco frecuentes en él y cedió con su servicio el décimo juego y, luego, el duodécimo. Así, Stepanek, quien peinó varias líneas, se adjudicó el set, por 7-5, tras una hora de juego. Era el primer set que perdía Nadal en la tres confrontaciones ante Stepanek y, además, el primero en este torneo, donde en los tres anteriores encuentros había cedido sólo ocho juegos.
El segundo set fue otra historia bien distinta: volvió el Nadal arrollador y más concentrado, restó mejor el servicio de Stepanek, al que raramente permitió poner en juego su temida volea, le pasó en las subidas y se adjudicó rápidamente la manga por un contundente 6-1. El primer punto del tercer juego fue el mejor del torneo, con varias dejadas por parte de Stepanek y un último golpe de espaldas de Nadal, que el público premió con casi un minuto de aplausos.
En la tercera manga Nadal se mostró dominador y mantuvo su gran talento sobre la pista. Y todo ello, pese a que su rival mejoró su juego en relación al set precedente, pero el español se fue en el marcador con un 4-1. Nadal estaba ya lanzado hacía su decimoquinta victoria consecutiva, hacía su vigésimo noveno triunfo en los treinta y un encuentros que ha jugado esta campaña sobre tierra batida, hacía su primera semifinal en Roma. Y lo certificó con dos nuevos juegos donde evidenció su gran maestría para llevarse un partido que se le puso muy complicado y en el que demostró que además de sus virtudes tenísticas posee una gran inteligencia sobre la pista.