L D (EFE) La sentencia afirma que aunque los etarras habían programado la bomba para que explotara cuando el tren estuviera ya vacío, "el artilugio podía haber estallado en cualquier momento anterior a causa de otra maleta o bulto que se colocara sobre él, por un golpe fortuito o al recibir una descarga eléctrica natural como la generada durante una tormenta o por el propio movimiento del tren".
El tribunal ha considerado que los hechos son constitutivos de un delito de pertenencia a banda armada, otro de daños terroristas, uno de tenencia ilícita de armas y 184 de homicidio en grado de tentativa, tantos como pasajeros iban a bordo del tren. "De haberse producido la explosión, dada la cantidad de dinamita, su potencia, el tipo de transporte en que estaba colocado y los trozos de metal y otros objetos que hubiera generado al reventar la estructura del tren, hubiera muerto un número elevado de personas", señala la sentencia.
También añade que existía "una alta probabilidad de que hubieran fallecido todos los ocupantes del tren así como las personas que se encontraran próximas al mismo en el momento de la deflagración, circunstancia ésta de la que eran conscientes los procesados".