L D (EFE) Los diez kilómetros de ascensión al alto de Santa Tecla, con desniveles que llegan hasta el once por ciento, fue una especie de test para los aspirantes al podio final. Ninguno de ellos falló, pero ha quedado claro que el último ganador, Damiano Cunego (Lampre), se encuentra en condiciones para repetir el éxito del año pasado.
Di Luca, que logra así su tercer triunfo en sus diferentes participaciones, recorrió los 205 kilómetros, entre Diamante y Giffoni Valle Piana, en un tiempo de cinco horas, 24 minutos y 17 segundos, el mismo tiempo que los también italianos Cunego, Garzelli y Celestino y el español Francisco Ventoso (Saunier Duval). Tras lo sucedido en esa subida, la general comienza a tomar forma, pues varios de los favoritos están ya en las primeras posiciones con Bettini al frente seguido de Di Luca a nueve, Cunego a 17, Garzelli a 23, Savoldelli a 26 y el español Juan Manuel Gárate a 30 segundos.
Si en el final esos corredores, junto a otros, especialmente a los españoles Samuel Sánchez e Igor Anton (Euskaltel) y Koldo Gil (Liberty Seguros) fueron los protagonistas, durante muchos kilómetros la atención fue para el australiano Russel van Hout (Selle Italia), que pedaleó en solitario durante 168 kilómetros, del 7 al 175. Una vez más los componentes del equipo colombiano fueron los animadores de la carrera con sus galopadas, ya que en las dos primeras jornadas fueron el italiano Leonardo Scarselli y el suizo Philippe Schnyder los que realizaron algo similar. Tras la neutralización fueron los equipos grandes los que impusieron un ritmo fuerte, especialmente los componentes del Liquigas de Di Luca, a la postre ganador. Acelerones que tenían como lectura comprobar el estado de sus más directos rivales.
Di Luca y los suyos no consiguieron el objetivo, pues Cunego, Garzelli y compañía seguían sin problema su estela. En las rampas de Santa Tecla, el primero en salir a escena fue Bettini. Intentó romper la carrera al inicio del puerto, cambiando el guión de la primera etapa donde atacó en los últimos kilómetros del puerto y se presentó en solitario en la línea de la meta de Tropela. Era la rueda a seguir y rápidamente encontró respuesta, especialmente por Di Luca y Basso. El Santa Tecla resultó ser un puerto engañoso y duro en sus diez kilómetros, pues en algunos tramos las pendientes llegan hasta el once por ciento. Fueron muchos los que intentaron emular a Bettini, pero sin éxito.
Los tirones más destacados fueron los protagonizados por los italianos Di Luca y Garzelli (Liquigas) y Basso (CSC) y los españoles Samuel Sánchez e Igor Antón (Euskaltel Euskadi) y Koldo Gil (Liberty Seguros), que hizo la totalidad de la subida en solitario, pero a falta poco más de un kilómetro se le salía la cadena y con ello sus aspiraciones. Sin duda, ese trío de españoles fueron los animadores en la subida a alto de Santa Tecla, que coronó el italiano Cioni dando tiempo a un primer grupo donde estaban sus compatriotas Simoni, Garzelli y Di Luca entre otros. El grupo de los esprinters de los Petacchi y Zabel necesitaba un minuto más y, aunque en la bajada se lanzaron a tumba abierta, no lograron enlazar. En el último kilómetro fue una especie de esprint abierto, pues aunque son buenos rodadores ninguno destaca sobremanera. Al final un apretado duelo entre Di Luca que arrancaba muy pronto y al que a punto estuvo de superar Cunego.
Este miércoles se disputará la cuarta etapa, que unirá las localidades de Giffoni Valle Piana con Frosinone, de 211 kilómetros, la segunda más larga de la presente edición y sin ningún alto puntuable para el premio de la montaña.