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DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

Cierre de Rajoy: sedes asaltadas, ETA, Bush y "La escopeta nacional"

Poco tiempo ha consumido Rajoy en el segundo turno de dúplica. Ha retomado los últimos argumentos de Zapatero, eso sí, corrigiendo la versión. El presidente del Gobierno recordó la famosa frase de "Pujol, enano, habla castellano". Rajoy recogió el guante y dijo preferir a Pujol que a los socios de Maragall. Además, recordó que se le pidió perdón, algo que no hizo el PSOE, recalcó, tras el asedio a las sedes del PP y las pancartas que les llamaban asesinos. Sobre la relación con EEUU, el líder popular encontró una alegoría en el cine español de los setenta.

(Libertad Digital) "Hoy ha pasado de la paz perpetua y la Alianza de Civilizaciones a las profecías". Así comenzó Rajoy el último turno de este miércoles, destacando la "afición" de Zapatero "a la historia más reciente y a la historia viva".
 
En cuanto a la referencia al dicho sobre Pujol, Rajoy no ocultó que le gusta "Pujol mucho más que los socios del tripartito". Superando las exclamaciones de los diputados, Rajoy recordó que él mismo pidió disculpas al ex presidente de la Generalidad". Pero "el problema –atacó el líder del PP– es que hubo quien se manifestó contra el PP con pancartas que nos llamaban asesinos y nadie pidió disculpas". Tampoco lo hicieron, recordó, "los que se concentraron en las sedes del PP el día 13". Aprovechando esta última cita, dijo no haber venido al Congreso este miércoles "a hablar del 11-M; usted, a lo que se ve sí". Entonces le recordó lo ocurrido y "la razón por la que está sentado ahí en este momento".
 
En este punto, Rajoy volvió a repetir los ejes de su discurso inicial y de la primera réplica calificando la intervención inicial del presidente del Gobierno como "el discurso de mayor autobombo que yo he escuchado desde 1977".
 
En referencia a la petición de Zapatero de que retirara la frase sobre "los muertos" de ETA, Rajoy contrarrestó: "Aún estoy esperando qué opinan Rubalcaba y Blanco que nos acusan de hacer lo imposible por no derrotar a ETA". Y volvió a hilar las acusaciones del PSOE con la labor de los Gobierno del PP contra ETA, en concreto, en 1998: "Sí, hubo conversaciones con ETA porque el PP y el presidente Aznar dijo que las habría si ETA dejaba las armas; y ETA las dejó". Esgrimido el importante matiz que el PP siempre recuerda cuando se les reprocha que en 1998 se pactó con la banda terrorista, Rajoy tomó otro camino para reforzar la tesis: "Nosotros no metimos a ningún partido ilegal en el Parlamento. Ni hablamos de mesas". Dicho esto, volvió a preguntar: "¿Qué conversaciones ha habido con Batasuna? No me hable de hace ocho o diez años".
 
Otro asunto, la relación con EEUU. "Ha hecho comentarios sobre Bush. Yo creo que nos conviene una buena relación". Según Rajoy, la mala relación no se deriva sólo del abandono de Irak sino también del desprecio a bandera de EEUU en el Desfile del Día de las Fuerzas Armadas cuando Zapatero estaba en la oposición o "de la apuesta por Kerry" en la campaña electoral norteamericana. Pero el líder popular se mostró convencido de que los que de verdad tienen "entusiasmo por agradar" a Bush son "algunos miembros de su Gobierno". Como aquellos, ironizó, que estuvieron "persiguiendo a Bush padre por los campos de Castilla-La Mancha como Sazatornil en la escopeta nacional". El comparado era el ministro de Defensa, José Bono. Por si se quedaban dudas sobre otros miembros del Gobierno, aclaró: "No cito a Moratinos porque hoy no se lo merece".
 
Sin salir de lo internacional, Rajoy recordó que Zapatero "quiere agradar a Schroeder y a Chirac" pero no hace nada por que "tengamos más fondos o más poder en Niza, esa es la prioridad no las relaciones personales".
 
Tampoco quiso dejar sin responder las alusiones al Plan Galicia. Y puso un bien ejemplo: "Licito por valor de diez, me echan y el que viene no licita, lo hace por valor de cero". "Se lo dice –recordó Rajoy– una persona que del plan Galicia sabe algo; ustedes no lo están ejecutando, sólo el 1,9 de lo que licitamos nosotros".
 
En cuanto a la oferta –sin concretar– que le hizo Zapatero para designar tres interlocutores del PP y tratar los asuntos que consideren más importantes, Rajoy le concedió escasa importancia: "Es usted el campeón del diálogo pero seis veces le pedí la reunión del Pacto Antiterroriosta y nada". Eso sí, no cerró la puerta: "me reúno cuando usted quiera pero prefiero que me diga qué va hacer con España o con los Estatutos. Espero que cuando me conteste fije cuál su posición al respecto". No ocurrió.

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