L D (EP) En una entrevista concedida a la revista Tiempo y recogida por Europa Press, Llamazares dijo no ser una "marioneta" del PSOE y dejó claro que nunca ha perdido las referencias de los "ciudadanos de izquierdas". Es más, se mostró orgulloso de haber liderado una "confrontación" que terminó con la derrota del PP, dando después un margen al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que "se asentase". No obstante, sobre si volvería a ser candidato por IU en las próximas elecciones, subrayó que no lo tiene previsto y "probablemente" no lo vaya a ser. "Para entonces quizá hayamos llevado a cabo un proceso de profundo cambio y renovación que permita que Izquierda Unida tenga otros representantes además de yo mismo", enfatizó.
Sobre el modelo de Estado, el líder de IU reafirmó su apuesta por un sistema federal, plurinacional y solidario, términos que consideró compatibles y para cuya conjugación pidió un "liderazgo político" por parte del Gobierno. También indicó que "no hay ningún problema" en reconocer el "hecho nacional" de algunas comunidades como Cataluña, Galicia y País Vasco y que para ello, el vocablo 'nacionalidad' que recoge la Constitución no es suficiente "Estamos en una segunda transición y nos podemos permitir nombrar a las cosas por su nombre. Cataluña es una nación y no hay ningún problema en llamarla así en los estatutos de Autonomía y, si fuera el caso, en la Constitución española", opinó Llamazares.
La Comisión del 11-M "languidece"
Por otra parte, y sobre la Comisión de investigación del 11-M, se mostró convencido de que este órgano "languidece" y que, por tanto, "no tiene sentido" continuar con nuevas informaciones y comparecencias, cuando lo que hay que hacer, a su juicio, es "abrir la elaboración de las conclusiones. Pronosticó además que el PP terminará por "refugiarse" en el voto particular para oponerse a las mismas.
Tras insistir en la necesidad de anular la Ley de Partidos e iniciar una nueva etapa en el País Vasco para la elaboración un nuevo Estatuto con el impulso de nacionalistas y progresistas, el líder de IU abogó por la presencia de Ezker Batúa (EB) en el Gobierno vasco como "puente de diálogo". "El PSE también lo sería, otra cosa es que quiera", agregó, tras dejar claro que el futuro esquema, "tripartito o cuatripartito", debe "tender puentes hacia sectores no nacionalistas".
Preguntado por la posible solución al conflicto vasco, Llamazares puso en primer lugar una tregua de ETA, y una vez consolidada, apostó por una negociación política "en la que se hablase de desarme y presos". Precisó que esta negociación tendría que circunscribirse únicamente a fuerzas políticas propiamente dichas, y en ningún caso a ETA. De hecho, sobre si el Gobierno debe hablar con Batasuna y con la organización terrorista, dijo que "todos tenemos que hablar con todos". "Con ETA solo hay que hablar cuando renuncie públicamente a la violencia o establezca una tregua. Con los demás hay que hablar de todo", indicó, al tiempo que dio por "muerto" el Pacto antiterrorista de PSOE y PP, y urgió a crear uno nuevo con inclusión de todos los partidos políticos con sede en el Congreso.