L D (Europa Press) Tras la polémica suscitada por la presencia y ausencia de la bandera española y catalana en las anteriores dos ofrendas florales que ha protagonizado el presidente de la Generalidad, la solución salomónica fue colocar en la corona de flores una banda con la bandera catalana en la que se podía leer "El presidente de la Generalitat de Catalunya" sobre otra con la bandera española. Las flores las portaban cuatro soldados palestinos a los que acompañaban solemnemente Maragall y Carod. Quien no estuvo en la visita de Maragall a Ramalla fue el embajador de España en Israel, Eudaldo Mirapeix, a quien el Ministerio de Asuntos Exteriores le ha solicitado que informe sobre los sucedido durante la visita de Maragall, pero sí el cónsul de España en Jerusalén, José María Ferré,
Así, Maragall, acompañado por Carod, hizo su ofrenda en solitario en la Mukata sin que el líder de ERC manifestara malestar alguno por la presencia de la bandera española. El pasado jueves Carod rechazó participar en la ofrenda floral que se hizo en el lugar del asesinato de Isaac Rabin porque no ondeaba la bandera catalana junto a la española y la israelí, pero esta vez estimó suficiente que, sin banderas al viento, la 'senyera' estuviera representada en la corona de flores, por encima de la española. Carod rehusó hablar sobre la polémica de las banderas desatada en España porque "no estoy en España y no voy a convocar estas cosas". El líder de ERC recordó que el viaje en el que acompaña a Maragall tiene "unos objetivos concretos que se están cumpliendo" y señaló que "eso es lo importante, mientras que el resto se debe situar en otra dimensión".
"El incidente se podría haber ahorrado"
"El asunto de la bandera no era el objetivo del viaje", aseguró Carod, que tampoco tuvo reparo alguno a la hora de sostener que "el incidente, la verdad, se podría haber ahorrado". El líder de ERC reiteró que no participó en la ofrenda al monumento de Rabin fue "porque no estaba la bandera de mi país. Hoy si que estaba y he participado con normalidad".
Tras la ofrenda, Maragall y Carod se reunieron con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas (Abu Mazen) durante unos minutos. Maragall ya se había reunido en el Mar Muerto (Jordania) con el primer ministro Ahmed Qurei, por lo que la primera visita de un presidente de la Generalidad a territorio palestino se saldará con entrevistas al máximo nivel. Además de visitar la Mukata tiene previsto pasar en las próximas horas por el campo de refugiados de Jabaliya en la franja de Gaza, después de pasar por el Ayuntamiento de la ciudad y el Parque de la Paz 'Gaza-Barcelona' inaugurado hace unos meses por el alcalde de Barcelona, Joan Clos.
Maragall se encontró en Ramalla con el ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Nasser Al-Qidwa que fue calificado de "muy amistoso". El presidente de la Generalidad subrayó la "buena sintonía con ellos y entre nuestros países", y destacó que "estamos a los dos extremos de un mar común que querríamos ver más autónomo, más dependiente de é mismo y menos interferido por presencias exteriores, y desde el punto de vista económico y político, con progreso". El ministro, por su parte, destacó la importancia de mantener los proyectos de cooperación de Catalunya en Palestina, así como los del Estado y también de nivel europeo.
Previamente, Maragall y su séquito se entrevistaron con el vicepresidente primer del Parlamento palestino Hassan Khreisheh, con el que se planteó la posibilidad de que Cataluña envíe observadores a las elecciones legislativas previstas para el próximo 17 de julio, al igual que se hizo en las presidenciales del pasado mes de enero, a petición de la Autoridad Nacional Palestina. Maragall destacó el trabajo que se está haciendo con los censos y manifestó su esperanza de que "no hayan demasiadas dificultades ni impedimentos para celebrar pacíficamente los comicios". De momento, en la tercera fase de los comicios municipales de principios de mayo Hamas logró una importante victoria. El 60% de los 400.000 votantes votaron Hamas desplazando en muchos municipios de Gaza y Cisjordania a Al Fatah, ahora presidida por Mahmud Abbas (Abu Mazen), que logró la victoria en 50 de los 84 municipios aunque no en número total de votos.
